La Guardia Civil cree que la exedil de Lorca pudo ser asesinada mientras dormía

Tanto el instructor del atestado como otro compañero han explicado que llegaron a esa conclusión por la posición en que hallaron el cadáver en la escena del crimen, tumbado y boca arriba sobre sofá, cuando acudieron al domicilio, ubicado en la calle Jacinto Benavente de El Campello (Alicante), tras ser avisados por el presidente de la comunidad de propietarios.

«Creemos que la víctima podía estar dormida en el momento de la agresión y pudo recibir un solo golpe en la cara por cómo la encontramos y porque no había salpicaduras de sangre en el suelo», ha explicado el primero de los funcionarios que han testificado en esta jornada.

Además, los agentes han relatado que la casa se encontraba «limpia y en orden», y en ella no se apreciaban «signos de lucha» , lo que contradice la versión del presunto asesino, Khuram Riaz, de origen paquistaní, quien sostiene que la mujer trató de acuchillarle y él la golpeó con un taburete de madera para defenderse.

El crimen se produjo en la noche del 13 al 14 de febrero del pasado año, cuando se desató una discusión entre Zambrano y Riaz, originada porque ella no quería casarse con él a fin de que obtuviese la residencia legal en España, según sostiene provisionalmente la fiscalía.

La relación afectiva entre la exconcejal, que tenía entonces 58 años, y el ciudadano inmigrante, de 29, era desconocida en su entorno familiar, tal y como han coincidido en manifestar hoy ante el jurado de la Audiencia de Alicante sus hijos y una hermana.

A esta última, que residía muy cerca de ella en El Campello, y a otra amiga les dijo que era un amigo, aunque poco antes de morir les confesó bastante «nerviosa» y «agobiada» que el acusado quería casarse y ella lo había rechazado.

«Yo me quedé preocupada, intranquila, pero esa misma noche del día 13 me llamó y me dijo que me quedara tranquila porque todo estaba bien, y quedamos en vernos a las 9.00 horas del día siguiente», ha relatado la hermana de la fallecida.

Fue precisamente la testigo quien halló el cadáver en la vivienda al pedirle al presidente de la comunidad que le abriera la puerta porque Zambrana no cogía el teléfono móvil y no sabía nada de ella.

El presunto asesino había huido a Barcelona y, desde esta ciudad, a Italia, pero la Guardia Civil, tal y como ha confirmado esta mañana el instructor del atestado, dio con él siguiendo el rastro del móvil de la víctima, que se había llevado consigo.

Khuram Riaz, que se enfrenta a una petición de la acusación pública de 18 años de cárcel por un delito de asesinato, fue apresado en abril de ese mismo año a unos 20 kilómetros de Milán, donde residía en un piso compartido, por la Policía italiana.