Los juramentos republicanos de la Diputación de Alicante

Los 31 diputados de la institución juraron uno por uno su cargo en lo alto del estrado del hemiciclo. Ya fuese en valenciano o en castellano, 27 de ellos leyeron un breve texto estándar en el que proclamaban ante la Constitución Española y el Rey , y por su propio «honor» personal, trabajar con la responsabilidad que su cargo conlleva.

Gerard Fullana, Lluis Miquel Pastor y José Manuel Penalva, los tres diputados de Compromís , quisieron dejar claros sus principios antes de jurar su cargo. Todos ellos, de forma calcada, aseguraron que trabajarían en su nueva responsabilidad sin dar la espalda a sus convicciones «republicanas» , citando una por una las leyes y regulaciones por las que se veían obligados a realizar el juramento como sus homólogos del resto de partidos.

Raquel Pérez, diputada de Esquerra Unida, será durante esta legislatura la primera portavoz que su formación política tiene en la Diputación de Alicante tras veinte años sin representación. Su juramento llegó incluso a despertar tímidos abucheos desde el hemiciclo, y la secretaria le obligó a cambiarlo para poder tomar posesión de su cargo. Fue más innovadora que los diputados de Compromís, pues leyó un texto casi igual que el del resto pero con unos pequeños matices personales.

« Juro mi cargo ante la clase trabajadora , para poner fin a este régimen injusto contribuyendo a la llegada de la República». Así trató de tomar posesión Pérez de su nuevo cargo, pero cuando abandonó el atril y se dirigió a recibir su enseña por parte de los miembros de la Mesa de Edad, fue obligada a jurar la Constitución , pues sus palabras no fueron consideradas un juramento válido. «Juro la Constitución», dijo entre dientes, sin llegar a hablar a través del micrófono de forma que se le entendiese.

Además, la portavoz de EU pronunció poco después un discurso cargado de voluntad de cambio. La diputada aludió a la «transformación social» que a su juicio ha dado comienzo, con «los tiempos del bipartidismo» tocando a su fin , pese a que PP y PSOE copan 26 de los 31 escaños. Afirmó que trabajará en la Diputación «hasta lograr que desaparezca», prometiendo una labor de oposición «firme y dura» . Su discurso terminó con la proclama «¡salud y República!».