Al Hércules se le moja la pólvora ante el Reus

El agua rompió la pequeña tregua que concedió, y los de Pacheta tomaron ejemplo. Las imprecisiones por el césped mojado no tardaron en llegar, y entre el caos, Chechu asumió el mando para tratar de comandar a su equipo hacia la victoria.

Un bello escorzo de Portillo a la media hora de juego mandó la pelota a la cepa del palo tras una contra dirigida por el ex del Tenerife. El empeño del siete herculano encontró un aliado en Fran González, pero su remate desde la frontal y casi a puerta vacía perdonó la vida al Reus, que despertó de su letargo. La ofensiva blanquiazul apenas duró cinco minutos, la zaga catalana se compuso y ahogó el ímpetu local. El ritmo bajó y ambos conjuntos firmaron las tablas antes del descanso.

Comenzó la segunda mitad y la lluvia dio un respiro a los jugadores y a los pocos aficionados que poblaban las gradas del estadio. Fue entonces cuando el Hércules decidió romper el acuerdo de no agresión que tenía con el Reus, que tardó en enterarse de que su rival volvía a la carga. Chechu volvió a armarse de galones para sumar tres puntos que hubieran sido muy valiosos, pero Edgar Badia respondió con una seguridad impropia en una categoría tan humilde.

La entrada de Miñano liberó aún más al siete herculano, el equipo blanquiazul subió una marcha más, pero acusó su falta de pegada y el acierto del meta visitante, y en el fútbol cuando perdonas, lo acabas pagando. La aparición de Miñano modificó levemente el rumbo excesivamente táctico que el choque había tomado, pero no fue suficiente para cambiar la dirección. La mayor fluidez en el juego implicó una preocupante pérdida de solidez defensiva, y el Reus la aprovechó.

El partido se rompió y dio alas al conjunto catalán, que comenzaba a estar embotellado en su área. Una virtuosa jugada de Xisco por banda izquierda provocó un rechace que Colorado no perdonó. El centrocampista soltó un violento derechazo raso desde más allá de la media luna que se coló a la derecha de Chema. El gol visitante supuso un jarro de un agua mucho más fría de la que instantes antes caía sobre Alicante.

El Hércules recibió su castigo por perdonar la vida a su rival, pero no aprendió la lección. En la jugada posterior al tanto de Colorado, Juanma Acevedo pudo poner las tablas en el luminoso, pero el meta visitante se hizo gigante ante la inocencia del canterano, cuyo rendimiento no acaba de corresponder a la calidad de su zurda.

La entrada de otro canterano, Tabala, no pudo aportar mucho más que un apático Portillo. Tanto él como Fernando vivieron desasistidos durante todo el partido y añoraron la presencia y la clarividencia en la mediapunta de los lesionados Adri Cuevas y Casares, cuyas bajas fueron demasiado para la irreprochable voluntad de Chechu. Pese a todo, fue el delantero sevillano quien sumó un punto clave para el devenir de la competición.

Los de Pacheta pusieron todas las revoluciones en marcha para impedir que el Reus abriera un boquete en la tabla, y lo consiguieron. La picardía y el oficio de Peña provocaron un claro penalti que el ex de Cartagena se encargó de transformar de forma inapelable, a la escuadra derecha de un heroico Edgar Badia. El gol desde los once metros ajustició el marcador.

Ficha del partido:

Hércules: Chema, Rafita, Atienza, Álex Muñoz, Peña, Pedro Inglés (Miñano 59’), Fran González, Chechu, Juanma Acevedo (Sugi 81’), Portillo (Tabala 76’), Fernando.

Reus: Edgar Badía, Cassama, Olmo, Moyano, Marín, Jaume Delgado, Colorado, Fran, Xisco (Folch 91’), Masque (Jorge 81’), Sellares (Denis 88’)

Árbitro: Raúl Nicolás Espejo (Colegio Andaluz) amonestó con tarjeta amarilla a Fernando (63’), Álex Muñoz (79’) y Rafita (86’) por parte del Hércules, y a Colorado (74’) y Jorge (85’) por parte del Reus. Señaló un claro penalti sobre Peña, cometido por Jorge.

Goles: 0-1 (74’), Colorado tras un derechazo formidable desde 30 metros; 1-1 (85’), Fernando desde el punto de penalti