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La batalla de las Gravelinas, los arcabuceros españoles aplastan a Francia en el último suspiro

Lamoral Egmont, que posteriormente sería ejecutado por orden de Felipe II, encabezó a las tropas españolas en una batalla donde Francia fue desarmada definitivamente y obligada a ofrecer un tratado beneficioso a España, lo cual no se había conseguido ni siquiera tras la célebre victoria en San Quintín

La batalla de las Gravelinas, los arcabuceros españoles aplastan a Francia en el último suspiro ABC

César Cervera

Aunque se considera que la victoria española en San Quintín dejó completamente noqueado al Reino de Francia , lo cierto es que todavía tuvo fuerzas para preparar un contraataque al siguiente año que casi da la vuelta a la contienda. Francia reclutó un nuevo ... ejército en la  Picardía , que puso en manos de  Luis Gonzaga-Nevers –duque de Nevers–, y pidió ayuda naval al sultán otomano para que mantuviera ocupada a la flota española. Pero el momento más peligroso para los intereses del Imperio español llegó cuando el señor de Thermes apuntó con otro ejército –formado por 12.000 infantes, 2.000 jinetes y mucha artillería– al corazón del mismísimo Flandes. Los esfuerzos por revertir la situación corrieron a cargo del Conde de Egmont , un general de Felipe II con un concepto idealizado y medieval de la guerra, propio de las novelas de caballería, que venció a las tropas francesas en Gravelinas empleando una táctica plagada de riesgos.

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