«Necesitaba un cuerpo desnudo y una torera»
«Yo necesitaba un cuerpo y un cutis como el tuyo -se justificaba ayer Pedro Almodóvar ante Leonor Watling-. Y una segunda actriz que entrara dentro de un traje de torero, que sólo podía ser Rosario Flores, aunque no tengo nada en contra de las cartucheras». El director manchego se metió en el bolsillo a todos los presentes en el minuto uno.

BARCELONA. La peregrinación valía la pena. Tras la proyección de «Hable con ella» en los cines Icària, el público se trasladó -a pie, en moto o en taxi- a uno de los lujosos salones del Hotel Arts. Ahí estaba, en el papel de maestro de ceremonias, Pedro Almodóvar.
No estaba solo ante el peligro, pero sí solo ante el micro. Las primeras palabras fueron elogios para el actor Darío Grandinetti, sentado a su iquierda, que acababa de llegar de Buenos Aires, vía Madrid, sin maleta (pues se la perdieron). «Para mí, Darío ha sido un gran descubrimiento -afirmó Almodóvar-: creo que es uno de los actores con más registros que he conocido, tiene un catálogo infinito de miradas». Grandinetti (Marco) en el guión, interpreta a un hombre con mala suerte en los amores y que llora con facilidad, una cualidad que comparten actor y personaje porque, según agrega el director, «Grandinetti es el actor que mejor me ha llorado ante la cámara».
Pero antes de andar por las ramas interpretativas el realizador ilustró que ««Hable con ella» es una tragedia que aborda la convalecencia de dos mujeres. Todos los personajes están solos y ahondo en su incomunicación». Una vez más «Pedrooo» se ha inspirado en una noticia que leyó en el periódico. El origen es un caso real de una mujer que se quedó embarazada estando en coma porque fue violada por el enfermero que la cuidaba, «pero no he querido hacer la crónica del suceso, sino que he ido por el lado contrario».
Desde la cama...
Leonor Watling, que confesó que luce el apellido de su madre «para no agobiar a mis hermanos», se pasa la película en una cama de hospital. «Mi personaje es un no personaje», destacó la joven actriz a la vez que reconoció que (desde el lecho) había aprendido muchísimo de Almodóvar. «Me encantó la historia y además era un sueño trabajar bajo las órdenes de Pedro. El rodaje lo viví de oído.... me fascinaba cómo el director ponía voz a los personajes durante horas, me hubiera encantado llevar una grabadora».
La joven de tez blanca da vida a una bailarina que sufre un accidente y entra en coma. Y la otra paciente, Rosario Flores, es torera. ¿Por qué eligió el mundo de la danza y el de los toros?... «Yo quería «algo» que me hiciera llorar, y algunos momentos de Pina Bausch lo consiguen».
Almodóvar ha salpicado la película con sus amigos. «Por pequeño que sea un personaje quiero que lo interpreten actores», así razonaba los motivos por los que porque Chus Lampreave vuelve a una portería o Loles León se transforma en una periodista televisiva de aúpa.
Próxima película
Incluso habló de su próxima película. Almodóvar explicó que suele tener una docena de proyectos sobre la mesa, y que escoge el que se impone a los demás; en este caso, una comedia interpretada por mujeres, será la ganadora, «porque quiero volver al humor». No dio nombres pero si una localización segura. «Rodaré, aunque tenga que forzar el guión, en Barcelona». afrimó rotundamente.
Un último apunte es la colaboración de Caetano Veloso que canta durante una fiesta el popular tema de «Cucurrucú, paloma blanca». «Caetano consigue emocionar con esta canción, y convierte este tema que siempre me había parecido como «Doce cascabeles», o así, en una nana maravillosa». La fiesta que muestra el director de Calzada de Calatrava está llena de caras conocidas, entre otras Marisa Paredes, Cecilia Roth... y el mismísimo Caetano Veloso. «Quería que fuese una fiesta como las que organizo yo o como a las que suelo ir -concluyó-, por eso invité a mis amigos».
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