Los fondos de inversión
Durante mucho tiempo, las empresas gestoras vendían con facilidad a los pequeños ahorradores estos fondos. El argumento se centraba en las expectativas de un buen beneficio, el resultado final era que el ahorrador ganaba y la empresa cobraba sus comisiones, y «contentos los unos y los otros».
Ahora que llevamos unos meses —bastantes— con unos calamitosos resultados en las Bolsas de todo el mundo, las empresas gestoras siguen captando clientes con el mismo método sin explicar claramente los riesgos de este tipo de inversión, y en algún caso —el mío— presentando un proyecto de capitalización a corto y medio plazo que, aunque con rentabilidad «relantizada», alentaba a aceptar este tipo de inversión. El resultado en un año no ha podido ser peor, pues he perdido un porcentaje importante de mis ahorros. Ante esta realidad, y como pequeño ahorrador que he tenido pérdidas en la venta de estos fondos, ¿cómo es posible que estas empresas cobren la misma comisión tanto si se gana como si se pierde? ¿No deberían tener penalización ante una gestión tan lejos de los resultados prometidos? Es claro que no estamos en un país en el que se sancionen los incumplimientos ni los malos resultados, pero por lo menos debería estar reglamentado el no poder cobrar la comisión para no engordar las pérdidas del ahorrador.
La moraleja es que el modesto ahorrador es «carne de cañón» y por lo tanto no le queda más que «perder y callar», por el contrario las empresas gestoras no corren ningún riesgo, y a ganar pase lo que pase.
Luis Izquierdo Sánchez.
Madrid.
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