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El Papa sigue «gravísimo», pero responde a las preguntas

Miles de fieles rezan por el Papa mientras esperan noticias sobre su salud en la Plaza del Vaticano

Las condiciones clínicas del papa Juan Pablo II, de 84 años, se agravaron aún más en las últimas horas, en las que presentaba fiebre alta, según informó el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, en un escueto comunicado.

Navarro precisó que el Pontíce no ha perdido la consciencia y que cuando se le pregunta responde. "Las condiciones clínicas del Santo Padre siguen siendo gravísimas. A última hora de esta mañana tenía la fiebre alta. Cuando se le pregunta responde correctamente a las preguntas de los que conviven con él", manifestó el portavoz vaticano.

Con la precisión de que responde correctamente a las preguntas, Navarro descartó, al igual que hizo ya esta mañana, que Juan Pablo II esté en coma.

El portavoz aseguró hoy que Juan Pablo II tiene los ojos abiertos unas veces y otras cerrados y que cuando se le habla reacciona, "por lo que técnicamente dijo- no se puede hablar de estado de coma".

Con estas palabras, según observadores vaticanos, se descartó que se hayan dado las condiciones para hablar de que está vacante la Sede Apostólica, como se conoce el momento en el que no hay Papa.

Se desconoce cuando el Vaticano informará de nuevo sobre la evolución del estado del Papa, una agonía que ha entrado en su tercer día y que está sacando de nuevo a la luz la fortaleza física del primer Pontífice eslavo de la historia de la Iglesia.

Según fuentes sanitarias, Juan Pablo II sigue vivo porque tiene un corazón fuerte que sigue respondiendo, a pesar de su debilitado estado de salud.

El empeoramiento del estado del Papa corrió como un reguero de pólvora entre las miles de personas que durante todo el día llenan la plaza de San Pedro del Vaticano, que un día más con su presencia y cánticos, sobre todo de los jóvenes, expresaron su cercanía al anciano Obispo de Roma en este trance.

A la misma hora en que se conoció el empeoramiento de la salud de Karol Wojtyla se encendieron las luces de sus aposentos que dan a la plaza de San Pedro. El agravamiento se ha producido en la vigilia del segundo domingo después de Pascua, dedicado por deseo de Juan Pablo II a la Divina Misericordia, cuyo culto fue impulsado por la santa polaca Faustina Kowalska, de la que el Papa se considera un discípulo.

Regina Coeli El Vaticano informó hoy que mañana, domingo, con motivo de esa festividad se celebrará a las doce de la mañana el Regina Coeli (rezo que sustituye al Angelus en tiempo de pascua) en la plaza de San Pedro.

En estos momentos de agonía, el anciano Pontífice está acompañado de sus más estrechos ayudantes personales, su "familia", como se le conoce.

Juan Pablo II está rodeado de sus dos secretarios privados, el arzobispo Estanilao Dziwisz y el religioso Mieczyslaw Mokrzycki, de tres monjas, entre ellas sor Tobiana, que le acompañó en todos los viajes por el mundo y se convirtió en su sombra en la discreción, y su ayudante de cámara, Angelo Gugel.

Navarro Valls precisó hoy que también le acompañan en estas horas su médico personal, Renato Buzzonetti, y otros doctores que le atienden en estos días. Antes del último parte, Navarro ya precisó que seguía gravísimo y que había comenzado a perder la consciencia. Como todos los días se celebró misa en sus aposentos.

Pero por primera vez se señaló que el Papa no concelebró, sino que la misa se celebró en su presencia. En estas horas de angustias, cardenales colaboradores de Juan Pablo II acudieron hoy a visitarle y el cardenal vicario de Roma, Camillo Ruini, ofició otra misa dedicada al Pontífice, a la que asistieron centenares de fieles y en la que dijo que el Obispo de Roma está afrontando esta prueba "con la serenidad que le viene de la confianza total que tiene en Dios.

Ruini agregó que Juan Pablo II está profundamente convencido de que Dios es misericordia y amor.

Entre los cardenales que le visitaron se encuentra Joseph Ratzinger, decano del colegio cardenalicio, el bibliotecario Jean Louis Tauran, Edmund Casimir Szoka (presidente de la comisión para la Ciudad del Vaticano) y el emérito (jubilado) Achille Silvestrini.

Ratzinger dijo que el Papa le dio "la última despedida" y le "agradeció" el trabajo realizado en estos años que ha estado a su lado. El purpurado alemán aseguró que el Papa "es consciente de que está a punto de pasar a manos de Dios", el italiano Silvestrini manifestó que "reconocía" a las personas" y Szoka contó lo triste que es ver a una personas en esas circunstancias y que cuando bendijo al Papa, éste le respondió con otra bendición.

Una multitud cada vez más numerosa está llenando la Plaza de San Pedro y la Policía italiana cifra en más de 45.000 personas las que se han reunido para rezar ante la Basílica, mientras en Roma se ponen en marcha los preparativos para acoger a los peregrinos.

A la Plaza de San Pedro cada vez están llegando más feligreses, que se reúnen bajo las ventanas del palacio apostólico para rezar por el Santo Padre. Hoy a las 21 está previsto un Rosario oficiado por el subsecretario de Estado, el argentino Leonardo Sangri.

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