Chacinas en Sevilla: Bares donde miman el aperitivo que nunca pasa de moda

Como entrante para comenzar cualquier almuerzo o como picoteo independiente, en los bares de Sevilla no suele faltar una buena selección de estos manjares embutidos, pero hay establecimientos que miman especialmente este tipo de productos .

En Sevilla, ciudad de la tapa y el aperitivo por excelencia, las chacinas siguen siendo una apuesta segura, ya que son numerosos los bares que apuestan por este picoteo tradicional para servirlo a la manera de siempre . Hoy nos detenemos en algunos de ellos, donde nos relatan las virtudes de estos productos tan típicos en España, capaces de conquistar con su potente sabor a paladares de todo el globo.

Imposible no comenzar esta lista con uno de los templos donde el picoteo estrella es una magnífica selección de ibéricos. Caña de lomo, lomito y morcón son algunas de las más solicitadas, aunque no se quedan atrás sus famosos taquitos de salchichón. Los traen de la Sierra de Huelva, con contadas excepciones como su chorizo de Salamanca, el salchichón de Vic o la cecina de León.

Y el jamón tampoco debe olvidarse en este peculiar ultramarinos con barra al fondo, cortado a pulso por el propietario del espacio: Francisco Moreno, y servido con la gracia que destila tras la barra el siempre hospitalario Emilio Vara.

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Este establecimiento centra su oferta gastronómica en los productos derivados del cerdo ibérico, tanto chacinas como embutidos y carnes. Caña de lomo, chorizo, salchichón, morcón y longaniza son algunos de sus productos con más arraigo, todos de cerdo ibérico de bellota. Actualmente está al frente del negocio la cuarta generación de una familia procedente de Cumbres Mayores que ha vivido dedicada al ibérico. Tienen jamón de Guijuelo, Extremadura, de Huelva y del Valle de los Pedroches, siendo la mayoría de los que ofrecen de Guijuelo. Escogen directamente los jamones que ofrecen luego a su clientela.

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En El Porvenir hay otra de las paradas fundamentales si lo que se quiere es disfrutar de una buena chacina. Taquitos de jamón y caña de lomo son las más demandadas, ya sea en papelones o en montadito. Este ultramarinos lleno de encanto, fundado en 1926, es conocido por el corte fino que da a sus chacinas y por el intenso sabor de éstas: chorizo picante, morcón de presa, morcilla serrana achorizada y lomo al jerez se suman a los ya citados.

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El Rinconcillo puede presumir no solo de ser el establecimiento más antiguo de Sevilla, también de las viandas que caracterizan su tapeo más típico. Jamón ibérico de bellota, caña de lomo ibérica de bellota, chorizo cular ibérico, chorizo blanco, morcón Ibérico, salchichón ibérico y salchichón Riera son algunas de las chacinas que pueden tomarse, tanto en El Rinconcillo como en La Trastienda del Rinconcillo.

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Siendo uno de los establecimientos decanos de la ciudad es lógico pensar que saben bien como tratar a su clientela, y lo hacen con chacinas de primera, entre las que se encuentran productos procedentes de Cortegana, Jabugo y de Castilla La Mancha. La caña de lomo es 100% ibérica, reserva de Sánchez Romero; el salchichón y el chorizo son cular, es decir, elaborados exclusivamente con carne de cerdo ibérico, y proceden de Guijuelo, mientras que tienen dos tipos de jamón ibérico: Lazo y Sánchez Romero 5J.Además hay otras exquisiteces como salchichón extra de Casa Riera, morcón ibérico o morcilla de hígado de Montellano.

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Este emblema gastronómico del barrio de Santa Cruz no disimula su pasión por los buenos ibéricos, como demuestran las abundantes patas de jamón que coronan su barra. Para empezar ofrecen un amplio surtido de ibéricos, como jamón, caña de lomo o morcón, todos ibéricos de bellota. Chorizo, salchichón, lomito y morcilla son otras de las opciones que tienen en este espacio que hunde sus raíces en los años 70 del siglo XIX.

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En pleno Porvenir encontramos esta pequeña abacería en la que cuidan con esmero los embutidos y las chacinas. Las sirven en tapa o en papelones bien despachados. Aunque la cocina de Cristina y Teresa Llorente es digna de probar, tampoco pasa nada si un día nos recreamos en las ricas viandas serranas con que cuentan, o si comenzamos el tapeo con alguna de ellas. Morcón, caña de lomo y salchichón son los imprescindibles de sus productos ibéricos.

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En papelón y cortados a tacos o en lonchas, así es como se presentan las chacinas en este espacio de la calle Monsalves. Salchichón ibérico Tartessos de Huelva o chorizo Jabuguito de Sánchez Romero son opciones para disfrutar en tacos mientras se saborea algunos de sus 90 vinos (la mitad del Marco de Jerez). Otras opciones de picoteo sevillano son su caña de lomo ibérica extremeña, que traen de Sierra de Barbellido, o el chicharrón de Cádiz.

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Aunque la mayoría de establecimientos de los que hablamos ofrecen chacinas de la Sierra de Huelva, de Guijuelo o de Extremadura, en Cofiñal es posible trasladarse a León a probar algunas de sus más típicas tapas: cecina de buey, que es la típica de allí; chorizo picante, que deja un regusto en boca esperando aplacarse con una buena cerveza o un tinto con cuerpo, morcilla de Boñar y prueba de matanza son algunas de las opciones que tienen para picar. Como suele ocurrir en la gastronomía leonesa, son contundentes y muy sabrosas.

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En este establecimiento de El Plantinar, al igual que ocurre a sus otros tres hermanos de Los Remedios (Virgen de Regla, Virgen de Begoña y Virgen de la Victoria), las chacinas merecen punto y aparte. Las hay por tapas, medias y raciones y ofrecen tanto morcón, como chorizo y salchichón de Monesterio. El jamón es de Jabugo, aunque también suelen trabajar con Cumbres Mayores. Bien cortado y servido con generosidad.

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En la calle Calatrava encontramos este joven espacio donde pararse a tomar buenas chacinas. Tienen ibéricos de la Sierra de Huelva (Santa Olalla del Cala) de producción propia, entre los que destacan sus jamones, salchichón y el morcón. Las chacinas también las sirven en recetas más elaboradas, como montaditos o platos creativos, del estilo de sus alcachofas rellenas de caña de lomo de bellota gratinadas con mayonesa.

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Este joven espacio ubicado detrás de Plaza de Cuba (Gustavo Bacarisas, 1)  es de los que embriaga con su aroma a ibéricos nada más entrar por la puerta. Tienen productos de Jabugo, Extremadura y Salamanca, y jamones y quesos son el plato fuerte del picoteo, aunque se pueden tomar todos los productos que tienen a la venta.

La carta cuenta con un epígrafe titulado “Del cerdo hasta los andares” en el que se incluyen chacinas como caña de lomo, morcón, chorizo o salchichón, todos ibéricos de bellota. También hay presa ibérica embuchada, morcilla y carne mechá, un amplio abanico de opciones para disfrutar de una buena cerveza en plena Alameda.

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Este establecimiento de Esperanza de Triana centra su oferta en los buenos productos ibéricos, que proceden tanto de Fregenal de la Sierra como de El Real de la Jara. La degustación de embutidos, carnes y quesos de Sierra Morena son los protagonistas en La Jara de Triana. Chorizo picante, morcilla, chicharrones recién hechos y carne mechada son algunos de sus clásicos.

Para pedir en plato grande, la recomendación de la casa es el jamón de bellota.

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