Patatas alioli

La salsa alioli: En un mortero o batidora, machacamos los ajos con el zumo de ½ limón y con un poco de sal. Agregamos poco a poco, y sin parar de remover, el aceite en un chorro muy fino hasta formar una salsa ligada y homogénea.

Mezcla las patatas con la salsa alioli, espolvorea con abundante perejil picado y deja reposar en el frigorífico durante 1 hora.

Pon a cocer las patatas (con piel) en una olla con abundante agua y sal. Una vez estén las patatas cocidas, las escurriremos, dejaremos enfriar y las pelaremos. Ahora córtalas en dados de igual tamaño.

Para que la salsa no resulte demasiado amarga, usa aceite de oliva y aceite de girasol a partes iguales.

La base de la salsa es el aceite de oliva y los ajos. Por tanto son estos alimentos los que determinaran tanto su valor nutritivo como su digestibilidad. Aunque el aceite de oliva representa el exponente de los ácidos grasos monoinsaturados, también reconocidos por sus cualidades cardiosaludables, cabe decir, que la salsa resulta muy grasa y energética por lo que no conviene a todo el mundo. Además, al llevar tanto ajo, resulta fuerte incluso para el estómago, por lo que no es muy recomendable para quienes sufren de estómago delicado. No obstante, conviene probar la tolerancia individual, y dado el fuerte sabor, es suficiente con consumir la salsa alioli en pequeña cantidad.