Aros de cebolla empanados

En primer lugar, pela la cebolla y córtala en aros.Para eliminar parte de su fuerte sabor, introduce los aros de cebolla en un recipiente con agua y hielo durante media hora.Transcurrida esa media hora, escurre bien los aros y pásalos por harina, huevo batido y pan rallado (en ese mismo orden).Ahora fríe los aros de cebolla en una sartén con abundante aceite caliente.Cuando observemos que los aros están bien dorados, escurre bien y deposítalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.Recuerda que en Gurmé tienes muchas otras  recetas de entrantes fabulosos .

Es muy importante que el aceite donde vamos a freír los aros de cebolla se encuentre muy caliente. Si esto no es así, el rebozado podría desprenderse y los aros quedarían muy aceitosos, resultando indigestos.

La cebolla es un bulbo que contiene un aceite esencial pungente rico en compuestos sulfurados, vitaminas B1 y C, carotenos, derivados flavónicos, pectinas, sales minerales y varios azúcares, albúmina y almidón.A este aceite se le han reconocido multitud de propiedades medicinales, tales como protector del sistema cardiocirculatorio, antitrombótico, antihipercolesterolémico y diurético. La cebolla también posee propiedades carminativas (previene la formación de gases) y antisépticas, ya que evita la aparición de microorganismos en el sistema digestivo.Eso sí, no podemos olvidar que en esta receta la cebolla se presenta frita, por lo que su contenido graso y calórico se va a ver incrementado de manera considerable.