Alcachofas con almejas y chipirones

Limpia bien las alcachofas, quitándoles las hojas exteriores, y frótalas con limón para que no se oxiden y ennegrezcan.A continuación, cuece las alcachofas en una cazuela con agua hirviendo, sal y una cucharada de harina. Cuando estén tiernas, escúrrelas y reserva. Guarda el caldo.En una cazuela baja con un chorrito de aceite, pocha la cebolla picada. Agrega una cucharada de harina. Rehoga y, sin dejar de remover, añade cuatro cazos del caldo de cocer las alcachofas. Incorpora las almejas para que se abran, añade las alcachofas cortadas en mitades y espolvorea con perejil picado.Acto seguido, en una sartén con un poco de aceite, saltea los calamares, limpios y sazonados, con un diente de ajo entero. Añade estos calamares salteados a la cazuela con las alcachofas y las almejas y sirve al momento.

En lugar de frotar las alcachofas con limón puedes introducir éstas en un recipiente con agua y unas ramitas de perejil. Este truco es mejor, ya que evitaremos darle sabor ácido a las alcachofas.

La alcachofa es un vegetal que destaca por su elevado contenido en hidratos de carbono y fibra, nutrientes que le confieren un alto poder saciante y que favorecen el tránsito intestinal. Además de minerales como el potasio y el fósforo, y vitaminas B1 y B3, las alcachofas son ricas en sustancias que estimulan la función de la vesícula biliar, mejorando la digestión y evitando la síntesis endógena de colesterol.Las almejas y los chipirones, al igual que el resto de mariscos, se caracterizan por su alto contenido en proteínas, colesterol y purinas, así como por su escasa cantidad de grasa. Debido a ese contenido en purinas, las personas que padezcan gota deberán moderar el consumo de estos alimentos.