«Puta, desgraciada, cómete mi mierda»: las pruebas que han llevado a juicio a Diego 'El Cigala' por maltratar a su mujer
El cantaor fue detenido en junio de 2021 tras la denuncia de violencia machista de Kina Méndez, pero fue puesto en libertad
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El cantaor Diego 'El Cigala', en el momento de su detención hace dos años
La estrella del flamenco Diego 'El Cigala' será finalmente juzgado por una acusación de maltrato habitual y vejaciones continuadas hacia su mujer, después de que el juzgado de violencia sobre la mujer de Jerez de la Frontera haya anunciado este lunes que ve «indicios ... racionales de criminalidad» por parte del artista. Los suficientes como para llevarle a juicio y prorrogar la orden de alejamiento que tiene en vigor respecto a su exmujer.
Kina Méndez denunció al cantaor en 2021 por un delito continuado de malos tratos físicos y psíquicos durante los seis años que mantuvieron de relación. Fue detenido en junio de ese mismo año, pero el juez de Violencia sobre la Mujer número 7 de Madrid acordó su libertad al no apreciar riesgo de fuga. Sin embargo, la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Jerez de la Frontera, en Cádiz, asegura ahora que contra el artista hay «indicios racionales bastantes» de criminalidad, por lo que tendrá que enfrentarse a un proceso judicial por tres presuntos delitos contra la madre de sus hijos: maltrato habitual, vejaciones continuadas y maltrato agravado, al haberlo cometido en el domicilio familiar en Jerez.
La Fiscalía considera que la declaración de la denunciante es «coherente y sin fisuras», y ha informado de que está respaldada por fotografías y conversaciones de WhatsApp, así como por declaraciones de familiares y amigos de la pareja. «De las diligencias practicadas ha quedado indiciariamente acreditado que, durante su relación, Ramón Jiménez Salazar -El Cigala- se dirigía a su pareja con expresiones como 'puta, desgraciada, cómete mis mierdas, me cago en tus muertos', en el domicilio familiar y en presencia de sus hijos menores de edad», recoge el auto, que también constata que el cantante «asfixiaba económicamente» a su pareja para someterla a su voluntad.
El Cigala siempre ha negado los hechos y ha recurrido el auto ante la Audiencia Provincial de Cádiz. «Jamás en mi vida le he puesto una mano encima a la madre de mis hijos», asegura. «Yo sufría maltrato psicológico. Cuando llegaba de un viaje quería un buen recibimiento, pero ella solo me hacía reproches. Decía que no la llamaba y me amenazaba con destruir mi carrera», ha declarado ante un equipo médico forense de la Unidad de Valoración Integral de Violencia de Género, perteneciente al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Cádiz.
Dicho examen fue requerido por la propia jueza, para que un médico forense, un psicólogo y un trabajador social de la Unidad de Valoración Integral de Violencia de Género de la Junta de Andalucía para concluir si, como denunció su expareja y defiende la fiscalía, es un maltratador. Los especialistas calibraron el «grado de peligrosidad objetiva» del cantaor, así como su «riesgo de reincidencia» y su «grado de imputabilidad», valorando cuestiones como si sufre algún trastorno de personalidad o un problema de adicción, y si estos pudieran estar relacionados con los supuestos episodios de violencia de los que está acusado. Además, determinaron si El Cigala sigue ejerciendo dominación en la actualidad sobre la madre de sus dos hijos, de 4 y 5 años.
Un artista problemático
El cantaor enviudó en 2015 de su esposa Amparo (con la que tuvo tres hijos), y poco después comenzó una relación con Dolores 'Kina' Méndez. Aunque no se casaron tuvieron dos hijos, y cuando ella puso la denuncia, ya haciendo vidas separadas, los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) de Jerez dieron validez a los hechos relatados y comprobaron que el Cigala, que vive entre la República Dominicana y la ciudad gaditana (en la Cuesta del Espíritu Santo, junto a la Catedral) desde 2013, había aterrizado en España el día 7 de junio y que se hospedaba en el Hotel Catalonia Atocha de Madrid. Fue entonces cuando procedieron a su detención, pasando el artista toda la noche en el calabozo. Al salir a la mañana siguiente, el intérprete de 'Lágrimas Negras' dijo a la prensa: «Me voy a cantar a Málaga. Esto es por 'los dineros'... ¡Siempre quieren dinero las mujeres!».
Esta no es la primera vez que Diego 'El Cigala' tiene problemas con la justicia, ya que el juzgado de Instrucción número 12 de Madrid le condenó en 2004 por una falta de amenazas a una azafata. El artista fue condenado a pagar 20 días de multa a razón de seis euros diarios, e indemnizar a la azafata, M.J.M., con 245 euros por los días que estuvo incapacitada para trabajar, además de con 1.200 euros por las secuelas sufridas y con 2.520 euros por los gastos médicos.
El cantante, «en un tono tremendamente exaltado y agresivo» según los testigos, comenzó a proferir expresiones contra la azafata como «eres una guarra, tu cara no me gusta nada, te voy a sacar del avión con las piernas por delante, te vas a acordar de mí, me cago en ti y en los de tu raza».
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