El secreto de Nicolas Sarkozy para mantenerse en forma a los 67 años

En varios mítines políticos ya reconoció la importancia de llevar una vida sana y más en política: «Mi convicción es que el deporte puede y debe jugar un rol en los asuntos diplomáticos, políticos y económicos. Es una fuerza de progreso humano», dijo el galo en un acto público en el año 2012, justo después de dejar el Elíseo.

Su afición por el chándal viene de lejos. Ya en 2009, cuando llevaba dos años en la presidencia, intentó instaurar la vida sana entre los suyos, como si de un asunto de Estado se tratara. Tan solo como mero ejemplo de la importancia que siempre le ha dado a la figura es que le comentó a un diputado que le haría ministro si perdía unos kilos y cambiaba de peluquería.

Juega también un papel importante el hecho de que Sarkozy siempre ha sido muy presumido. Es de 'vox pópuli' que el francés se pone alzas para estar a la altura de su bella mujer, Carla Bruni . Les separan nueve centímetros y el político nunca quiso que eso se note. Y eso que ella ya se bajó de los tacones en cuanto comenzaron a salir juntos.

Nicolas Sarkozy no olvida lo importante que es cuidar también la alimentación. En 2009, salió a la luz, después de que se desmayase mientras hacía deporte, que el expresidente francés es un aficionado a las sopas, las verduras y la fruta.