El padre de Charlene de Mónaco habla por primera vez de la enfermedad de su hija

Wittstock, que asegura mantener una buena relación con el marido de su hija, justifica el no haber estado junto a Charlene en su país porque «se había sometido a tantas intervenciones médicas y al estar en mitad de una pandemia, preferí no visitarla » y añade: « Ahora mismo es muy vulnerable pero se recuperará y volverá más fuerte que nunca», «Mi hija solía nadar 20 kilómetros al día, conociendo su forma de entrenar sé que es dura».

Unos días después del esperado regreso de la Princesa Charlene a Mónaco el Palacio de Grimaldi emitió un comunicado en el que anunciaba que Charlene debía continuar su recuperación y que sus problemas de salud no la permitían asistir a las celebraciones del Día Nacional de Mónaco el 19 de noviembre: «Después de haber luchado contra la enfermedad durante los últimos meses, la Princesa se encuentra actualmente convaleciente y continuará haciéndolo durante las próximas semanas, para recuperarse de un estado de profunda depresión general y fatiga» y añade «debido a esta situación, la pareja principesca lamenta anunciar que la Princesa Charlene no podrá asistir a las celebraciones de la Fiesta Nacional de este año junto con su familia y el pueblo de Mónaco. Tan pronto como su salud se lo permita espera volver a cumplir con sus deberes principescos y pasar tiempo con los monegascos».

Días más tarde se conocía que la mujer de Alberto II se recuperaba en una clínica privada de los Alpes, en concretos en el lujoso centro Paracelsus Recovery, en Zúrich con vistas a las montañas suizas. Una clínica de adicciones y salud mental personalizada y discreta que cuenta con 15 profesionales, entre terapeutas y otros especialistas y que ofrece tratamientos tanto para adicciones, depresiones o cuadros de ansiedad, como para trastornos alimenticios y mentales.