Tribuna

Una sociedad libre de violencia de género

La ministra de Sanidad, Ana Mato, asegura que «es hora de que estos crímenes dejen de herir a un país que está retomando el paso hacia un futuro prometedor»

Una sociedad libre de violencia de género Ignacio gil

ABC

La violencia retrógrada que se ejerce contra las mujeres en el ámbito de la pareja es, sin duda, uno de los problemas más graves a los que nos enfrentamos como sociedad. En lo que llevamos de año, 41 mujeres han perdido la vida a manos ... de sus parejas o exparejas y ya son más de 700 desde el año 2003. La gravedad del maltrato queda patente cada vez que una mujer muere a manos de su pareja, pero también en la complejidad de este drama, que dificulta la denuncia por parte de la víctima y su ruptura con el agresor. Tampoco nos olvidamos de cada menor que queda huérfano y que, en demasiadas ocasiones, ha llegado a ser testigo de la brutal agresión a su madre. El Gobierno les ha dado la visibilidad que merecían como víctimas y por tanto una mayor protección.

Es hora ya de que estos crímenes que se basan en prejuicios sexistas dejen de herir a un país que está retomando el paso hacia un futuro prometedor. Por eso venimos trabajando desde el primer día de la legislatura con paso firme bajo las premisas de diálogo, consenso y unidad, con el resto de fuerzas políticas, así como promoviendo la coordinación y una mayor eficacia, con las distintas Administraciones, con el poder Judicial y con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Este empeño, a pesar de la confusión que pretenden crear algunos al margen de los intereses de las víctimas, no es novedad entre nosotros. Hay que recordar que el espíritu de unidad y consenso contra el maltrato parte del Primer Plan de Acción del Gobierno en el año 1996. Desde entonces, se han ido aprobando iniciativas integrales y reformas clave en este ámbito, como la Ley 27/2003, de 31 de julio, reguladora de la Orden de Protección, para llegar a la aprobación por unanimidad de todas las fuerzas políticas, a la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. No olvidemos que el esfuerzo de las Comunidades Autónomas, de los ayuntamientos, de las asociaciones de mujeres, y demás agentes sociales, así como de las empresas, y los medios de comunicación, han situado a España como referente internacional de las políticas para la erradicación de la violencia de género.

Hay Salida es el mensaje que el Gobierno dirige a tantas mujeres que aún no han podido romper con relaciones abusivas, que cada día resultan más arriesgadas para sus propias vidas. Este mensaje de esperanza está potenciado por todas las medidas, los medios y los esfuerzos que se han venido realizando, sin cejar en el empeño de atajar este importante problema social. Mediante la Estrategia para la Erradicación de la Violencia de Género, eje prioritario del Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades, hemos puesto en marcha por primera vez un elenco de más de 250 medidas y un presupuesto de más de 1.500 millones de euros para llegar a todos los ámbitos que pueden incidir en la erradicación de la violencia de género. Hemos aprobado reformas e iniciativas de calado como el Protocolo de derivación entre centros de acogida, las pautas comunes para la intervención integral o el Proyecto de Ley del Estatuto de la Víctima del Delito, que aportan a las mujeres maltratadas una respuesta más cercana y mejorada para sus necesidades específicas, en el proceso penal y ante las Administraciones. Seguimos trabajando incesantemente en iniciativas y propuestas que garanticen la atención a las víctimas y les faciliten la necesaria información, la recuperación de la autoestima y la denuncia del maltrato. Para ello, contamos con las nuevas tecnologías y hemos puesto en marcha la aplicación telefónica gratuita «Libres», especialmente dirigida a adolescentes, que acumula más de 7.000 descargas y aporta pautas sobre aspectos tan vitales como la detección temprana o los pasos a dar ante estas situaciones tan graves y casi siempre desconcertantes para el entorno de las víctimas.

También hemos mejorado su protección y facilitado la asistencia inmediata y eficaz mediante el sistema ATENPRO. Y hemos implantado además un protocolo de actuación en el ámbito sanitario, trasladando las campañas de sensibilización también a los centros de salud y a las farmacias, gracias a los cuales será más fácil la detección de la violencia. Somos conscientes de la importancia de que las víctimas consigan y mantengan su autonomía e independencia, tanto como parte de su terapia de recuperación, como para poder retomar y hacer suya de nuevo su vida. Desde el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, promovemos el empleo de las víctimas a través de nuevos contratos de trabajo y en colaboración con la Red de Empresas por una Sociedad Libre de Violencia de Género, que agrupa ya a 62 empresas y dos entidades colaboradoras.

Las víctimas de maltrato son la razón de ser de nuestro trabajo, hemos invertido todos los medios necesarios y seguiremos poniendo todo nuestro empeño en estar junto a ellas. Pero, sin duda, el peso de la ley debe caer con la máxima rotundidad sobre aquellos que se burlan del Estado de Derecho, que atentan contra los derechos humanos de la manera más cruel. Sus actos merecen mi más enérgica condena así como la de todo el Gobierno y por eso trabajamos también, junto al Observatorio de la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, para facilitar su persecución penal, con mayor eficacia, tratando de que no queden márgenes de impunidad en conductas aparentemente aisladas, pero que suelen constituir hitos de un historial de maltrato que puede llevar a situaciones en las que se atente gravemente contra la integridad física y psíquica de las mujeres, pudiendo tener consecuencias mortales. Los maltratadores desafían los principios constitucionales, atentando contra la igualdad y la vida de las mujeres, sin escrúpulo alguno.

Desde el comienzo de la legislatura siempre he asumido mi compromiso con cada una de las mujeres que se enfrentan al maltrato, y así será hasta el último día del ejercicio de mis responsabilidades, y siempre. Las víctimas pueden contar con nosotros, porque vamos a continuar trabajando con toda nuestra determinación, siempre con el necesario apoyo y ayuda de todos los ciudadanos, por una sociedad libre de violencia de género.

Por Ana Mato, ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad

Una sociedad libre de violencia de género

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios