Consejos para dar la vuelta al mundo con niños

La pareja, que viajó este verano a Kenia con sus hijas Iris y Carla, de ocho y cuatro años, respectivamente, ha visitado en los últimos años, junto con las niñas, el Tibet, India, China, Vietnam, Camboya, Singapur, Hong Kong, Malasia, Indonesia, Kenia, Cuba, Colombia, Bahamas, Hawai, Perú, Irlanda, Francia, Italia y Portugal.

«La idea de crear mi blog surgió cuando nació Iris, en enero del 2005, porque mucha gente se acercaba a nosotros a preguntarnos cómo lo hacíamos para viajar con una niña tan pequeña, algunos sorprendidos, otros extrañados, y los españoles que veíamos, simplemente, nos tildaban de locos», comenta Cristina Silvente.

Ni ella ni Sergi retroceden ante las dificultades y las niñas han podido compartir con sus padres experiencias irrepetibles, como bañarse con delfines, jugar con llamas, subir en parapente, hacer submarinismo, escalar montañas, surcar ríos, vivir con familias de etnias muy diferentes, como los monjes tibetanos, y hacerse amigos en todos los rincones del mundo.

«No estamos locos, sino que viajamos siempre con un seguro médico privado, investigamos cómo está la red sanitaria de la zona y, además, tenemos la gran suerte de que somos una familia sana y eso ayuda mucho», apostilla Silvente, autora de la página viajarconniños.blogstop.com.

Los únicos problemas médicos a los que han tenido que enfrentarse les surgieron cuando una Iris aún lactante sufrió una reacción adversa a un medicamento contra la malaria en Kenia, con tan solo 18 meses, así como una diarrea en India, que se saldó con una tarde en observación en un hospital, comentan sus padres.

«Los viajes con niños significan que tienes que ir un poquito más despacio, pero el efecto positivo es que la gente se te acerca mucho más, te invitan a sus casas, te las quitan de los brazos o las entretienen mientras tú comes, como nos pasó en Nepal», explica Cristina.

«En China no paraban de hacerles fotos; y, en Shangai, hasta se formó una cola enorme y la gente esperaba para que aquellas dos niñas occidentales y rubias posaran a su lado», comenta el padre.

Para estos viajes, Cristina aconseja llevar mochilas con poco equipaje, en los que meter ropa ya usada, cómoda y fácil de lavar, e informarse previamente de si en la zona se pueden adquirir pañales o habrá que salir de viaje con ellos ya comprados.

Al inicio de un viaje complicado, esta psicóloga perinatal aconseja no destetar nunca a un bebé, porque la leche materna le proporcionará defensas frente a las enfermedades y no tendrá que soportar más cambios añadidos, además de los que supone un viaje en un lugar extraño.

Otros consejos que ofrece son tan prácticos como llevarse pañales de tela, que no abultan como equipaje y que se puedan lavar y secar fácilmente durante el viaje, junto con los de farmacia.

O sobre la alimentación de los bebés durante el viaje, cómo prevenir las diarreas, sobre la lactancia materna, los beneficios y los peligros de los viajes para niños, el donar sangre en vez de regalar «bolis» o el equipaje infantil son algunos de los apartados del blog.

Durante los viajes, aconseja a las madres que lleven a sus bebés encima, sujetos con un pareo a modo de mochila delantera, para que sientan más el contacto materno y, durante el despegue y aterrizaje de los aviones, las recomienda darles el pecho, para evitar la compresión de los oídos y se sientan más seguros.

«Viajar aporta a los niños grandes beneficios para desarrollarse social y emocionalmente, y les genera una nueva actitud ante la vida y hacia los demás, además de adquirir nuevos valores y habilidades de tipo emocional y social», asegura Sergi Reborero.

«La experiencia de un viaje no se acaba el día de regreso, ya que crea memorias y experiencias inolvidables que acompañarán a los niños a lo largo de toda la vida», resalta este fotógrafo de viajes.

Durante estos días de vacaciones en Kenia, Iris asombra a sus amigos con sus acrobacias de Fit-Kid, una disciplina gimnástica de la que es campeona de España, y el «terremoto Carla», como la define su padre, pugna por traerse a España una gallina y una pequeña cabrita blanca que le han regalado como bienvenida.

En la actualidad, el único problema de la psicóloga y del fotógrafo con sus hijas es «mantenerlas entretenidas en casa, porque no paran quietas ni un momento».