La insólita boda de Charles Manson

Y es que por más que cueste creerlo, la figura de Manson y su secta de acólitos que, inspirados en un amalgama ideológico delirante, perpetraron ocho asesinatos, ha acumulado innumerables seguidores hasta formar parte indisoluble de la cultura popular estadounidense. El escalofriante relato de los 'iluminados' del rancho Spahn ha servido como referencia para numerosos artistas. Pero ninguno de tan peculiares ‘adeptos’ había llegado tan lejos.

Star conoció al veterano preso a través de ATWA, una suerte de ONG de tintes ecologistas en la que Manson da rienda suelta a una de sus facetas más insólitas, su amor por los animales. Con apenas 19 años y dos mil dólares en la mochila, se mudó a San Joaquín, en las inmediaciones del penal de Corcoran, y comenzó a visitar al presidiario cada fin de semana.

Seis años después, es la propia Star quien adelanta la ‘feliz’ noticia. Él parece reticente, pero no oculta cierta admiración por la muchacha. “Es la estrella más bonita del Sistema Solar”, afirma. Una declaración de amor que suena inquietante en boca del hombre que condujo a un puñado de hippies e inadaptados al brutal asesinato de la que fuera compañera del director Roman Polanski, una encinta Sharon Tate, y otras siete personas.

Lo primero que sorprende al ser testigos de tan peculiar revelación es el sobrecogerdor parecido de la joven Star con Susan Atkins, el miembro más célebre de la ‘Familia Manson’ y una de las confesas autoras materiales de los espezluznantes crímenes de Cielo Drive. “La gente puede pensar que estoy loca”, asegura la futura señora Manson, “pero se equivocan, hago lo correcto porque he nacido para estar junto a él”.