Zapatero cubre su falta de propuestas con ataques al PP por torpedear el Estatut
El presidente del Gobierno intenta echar a todos los grupos contra el PP con fuertes críticas a Rajoy por haber convertido al Estatuto de Cataluña en «instrumento de confrontación»
gabriel sanz
José Luis Rodríguez Zapatero sabe que esta tarde todos los grupos parlamentarios, no sólo el PP, le van a dar "leña". Quizá por eso ha optado por ponerse la venda antes de la herida reconociendo, al principio de su discurso de una hora que " ... a pesar de que llevamos unos días de gran alegría colectiva" por el triunfo de la selección de fútbol en el Mundial, lo cierto es que "ha sido un año duro, un año muy díficil".
Al final, además de solicitar el consabido consenso para las reformas inaplazables que requiere esta "encrucijada" que es la crisis, Zapatero no ha mirado a los parlamentarios sino afuera de la Carrera de San Jerónimo para decir que "al igual que hacemos tantas veces en nuestras propias vidas, olvidamos con facilidad los momentos más duros de nuestro pasado, aquellos en que las cosas, lejos de mejorar, parecían empeorar, en los que la esperanza era tan sólo un destello en el horizonte... Pero siempre hemos salido adelante, siempre hemos sabido ponernos de pie".
Consciente de que buena parte del debate, sobre todo porque así lo van a hacer los grupos catalanes, girará en torno a las repercusiones del fallo del TC, Zapatero ha sorprendido con una exposición del estado de la Nación sin grandes anuncios y abriendo la crítica al PP por haber torpedeado "el instrumento de convivencia y no confrontación" que debería haber sido el Estatuto de Cataluña. En definitiva, ha preferido ponerlo él en el centro del debate, para atraer a ese terreno a Mariano Rajoy, para transferirle las culpas que le van a a achacar al Gobierno esta tarde CiU, ERC, PNV e Iniciativa per Catalunya. "Muchos hubiéramos preferido que, en este periodo, el Estatut no se hubiera visto envuelto en la incertodumbre provocada por una impugnación ante el Tribunal Constitucional que lo cuestionaba globalmente y de raíz", ha dicho Zapatero.
El PP tendría que "haber sido tan respetuoso con la necesidad de su adecuación a los procedimientos y reglas constitucionales como con la voluntad de reforma expresada por los ciudadanos de Cataluña". Una vez que el TC se ha pronunciado, "respaldando globalmente la constitucionalidad del Estatut" frente a las tesis del PP, matizó, "me dispongo a seguir contribuyendo al desarollo y apicación del Estatut". Para ello, dijo, va a "evaluar" la posibilidad de cambiar leyes que, según el fallo, impiden que algunos de los artículos del Estatut sean aplicables.
En materia económica, el presidente del Gobierno ha pasado por encima de la reforma de las pensiones, asegurando que debe ser la subcomisión del Pacto de Toledo la que eleve la edad de jubilación de 65 a 67 años o la que apruebe el aumento, de 15 a 20 años o a toda la vida laboral, del período de cálculo de la pensión.Con continuas referencias épicas a "la convicción y determinación" que tiene su gobierno para reducir el gasto público en los Presupuesos 2011, o para sacar adelante la Ley de Economía Sostenible.
«Hemos comenzado a crecer»
"Lo repito. Hemos comenzado a crecer, lo haemos todavía débilmente y, para que este crecimiento incipiente no se detenga, tenemos que contribuir a dar estabilidad a los mercados en los que obtenemos financiación para nuestra deuda, cumpliendo estrictamente con nuestros compromisos de reducción del déficit y reactivando la economía con reformas que la hagan más competitiva". Esta es la de "cal" que ha dado Zapatero a los sectores que piden, dentro y fuera de su partido, y la de arena es su comprimiso, muy aplaudido por el Grupo Socialista, de que, entre los objetivosde la reforma laboral "no figura el debilitamiento de los sindicatos". "Que nadie lo espere. Siguen siendo la mejor representación de los trabajadores. Sin ellos, la defensa de los intereses de los trabajadores quedaría definitivamente debiltada".
Por último, y aunque no ha habido grandes anunciso, el jefe del Ejecutivo sí ha dejado abierta la puerta a una posible subida de impuestos durante el debate de los Presupuestos Generales del Estado 2011, al asegurar que entonces "el reparto equitativo del esfuerzo tendrá otras manifestaciones" que no serán sólo las del recorte de gasto, pensiones o sueldos de los funcionarios.
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