¿A pleno rendimiento?

Desde el Consejo de Ministros del 30 de julio y durante la primera quincena del mes, ayer lunes 16 incluido, la agenda oficial del Ejecutivo ha sido un solar pendiente de recalificación. La mayoría de las jornadas, laborables o festivas, han estado cubiertas por uno/una o ninguno/ninguna ministro/ministra. Salvo el titular de Fomento, José Blanco, y el vicepresidente tercero (de lo territorial), Manuel Chaves, los demás miembros del Gobierno se han puesto a resguardo de los actos oficiales o políticos. Solo algunos festivales, premios y visitas turísticas cerca de localidades playeras y poco más.

Aparte de la crisis interna y los preparativos de la próxima pelea entre la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, y Tomás Gómez —un fruto del trabajo veraniego de su jefe—, esta ha sido la quincena ministerial más tranquila que se le conoce a los Gobiernos de Zapatero. Y eso que sus titulares siguen pendientes de una próxima remodelación en el Gabinete.

El primer fin de semana, todos libraron. El lunes 2 lo salvó el presidente del Ejecutivo en una visita a León con declaraciones públicas y todo. La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (antes simple Agricultura), Elena Espinosa, natural de Orense, se acercó a firmar un convenio al Ayuntamiento de Vigo.

El vicepresidente tercero, Manuel Chaves, estuvo el miércoles 4 en el único acto de contenido puramente político protagonizado por los ministros de Zapatero: acudió a Barcelona para entrevistarse con José Montilla.

Blanco, en su línea, no ha parado. El día 1 estuvo en Santander y durante la semana firmó convenios en el Ministerio de Fomento y en Lugo. Ángeles González-Sinde visitó unos museos en Alicante y entregó premios en Murcia el viernes 6. Reapareció el Gobierno al lunes siguiente en Ibiza, donde la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, firmó un acuerdo de colaboración con el Ayuntamiento.

La semana pasada ha sido la más «dura» para los miembros del Gabinete de Zapatero. El jefe despachó con Su Majestad el Rey en Marivent, Blanco volvió a Santander a «vender» acuerdos sobre el AVE y Chaves visitó dos localidades madrileñas para sendas inauguraciones. Los demás ministros no dieron señales de vida oficial. Y a así hasta ayer mismo.

El trabajo del Ejecutivo «a pleno rendimiento» debe de haber sido muy interno, como el de Rubalcaba, pero la mayoría de los ministros han sido sumamente discretos para lo que normal en la línea de devoción por la política de imagen que sigue el Gobierno de Zapatero. El viernes próximo habrá Consejo de Ministros, pero para entonces serán las tres semanas más relajadas del Ejecutivo socialista. Queda por ver qué harán los ministros cuando acabe la reunión.