Termina la reunión entre España, Reino Unido y la UE sin acuerdo sobre Gibraltar

Entre los principales escollos para aclarar la gestión sobre el peñón, ocho años después del referéndum en Reino Unido y cuatro tras su salida de la Unión Europea, están las cuestiones relacionadas con las fronteras, el uso del aeropuerto y la movilidad, sobre las que el comunicado conjunto asegura que se ha logrado un «acuerdo sobre las líneas políticas generales»

Según Albares, esta primera reunión en la que participaban los ministros de Exteriores de España y Gran Bretaña no «no es un día más, no es un día de negociación más. Hoy ha sido un día muy importante, donde se han conseguido avances importantes y en el que todos estamos de acuerdo, una vez más, en las próximas semanas seguir trabajando para concluir el acuerdo». Hasta ahora todas las reuniones habían sido de técnicos negociadores y las posiciones no se habían movido ni un palmo.

En este caso no se ha informado de cuales son esas líneas políticas ni los términos de lo que se ha pactado, dado que tanto británicos como europeos han preferido según Albares «no entrar en detalles en estos momentos» porque «la negociación está en su apogeo, queremos protegerla y que llegue a buen puerto» y aunque no hay fecha para el acuerdo definitivo, «por España no va a quedar para que sea lo antes posible».

Albares había mantenido hasta ahora que la posición que defiende incluye el uso conjunto del aeropuerto lo que implicaría al menos la presencia de policías españoles en el control de llegadas. Desde el punto de vista europeo, la propuesta consiste en que la colonia británica se convierta en un territorio adherido al espacio Schengen, pero patrocinado de alguna manera por España, que sería la administración responsable de la gestión de sus fronteras exteriores. Para evitar las susceptibilidades la Comisión ha ofrecido, con el acuerdo de España, que durante un periodo transitorio ese papel corriese a cargo de la agencia europea FRONTEX. Todo esto se ha venido tratando técnicamente y hasta ahora han sido los británicos y los gibraltareños los que se negaban a aceptarlo.

Albares ha dicho ahora que que todas las partes han mostrado su «compromiso para alcanzar un acuerdo» que «va a ser bueno para toda la población del Campo de Gibraltar, incluidos los 300.000 ciudadanos españoles que viven allí, que son quienes guían en todo momento lo que estamos haciendo» y que «salvaguarda perfectamente nuestra posición de soberanía».