El sindicato policial Jupol denuncia un «nuevo colapso» de inmigrantes en Barajas e Interior lo niega
Fuentes del Ministerio aseguran que la situación en el aeropuerto es de «absoluta normalidad» y cifran en 70 las personas que permanecen en las salas de asilo
Las salas de asilo e inadmitidos de Barajas, convertidas en 'pateras'
Imagen de archivo con decenas de inmigrantes esperando en una de las salas de asilo de Barajas
Entre diciembre y enero, las salas de inadmitidos del aeropuerto de Barajas se sumieron en el caos al permanecer allí hacinadas durante semanas cientos de inmigrantes solicitantes de asilo. Los sindicatos de Policía denunciaron entonces las malas condiciones de salubridad e higiene en las ... que se encontraban. Una situación de «colapso» que vuelven a denunciar ahora, pero que niegan fuentes del Ministerio del Interior, que hablan de «absoluta normalidad».
En un escrito, el sindicato de Policía Nacional Jupol ha asegurado que una de las salas está «completamente saturada». En concreto, serían unas 60 mujeres «que viajaban con niños» las que en estos momentos permanecen en las instalaciones. Según ha comunicado el sindicato, habrían llegado a Madrid procedentes de Mauritania con la compañía Royal Air Maroc, la aerolínea nacional de Marruecos. Como ya ocurrió en enero, el grueso de estas personas embarcan desde Casablanca afirmando que se dirigen a países latinoamericanos, pero, a su llegada a España, donde hacen escala, solicitan el asilo.
Un escenario que han negado fuentes del Ministerio del Interior. «La situación es de absoluta normalidad», han trasladado a ABC. Desde el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska han señalado que, en estos momentos, 70 personas «más de una decena de nacionalidades» se encuentran en las salas de asilo del aeropuerto madrileño, una cifra que, según han indicado desde Interior, está «muy por debajo de la capacidad del espacio habilitado en el aeropuerto».
Fuentes policiales consultadas por ABC han matizado que la situación «no es tan fea» como la que se produjo en enero. Durante esas semanas, más de 300 inmigrantes se vieron hacinados en las salas de asilo del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, donde carecían de un mínimo de habitabilidad e higiene, en medio de una plaga de chinches y cucarachas y tirados en colchonetas.
En ese anterior episodio, los vuelos operados por la aerolínea marroquí estuvieron en el punto de mira. La compañía aérea tiene la obligación de comprobar los pasaportes y el visado en origen, pero las cifras de llegadas evidenciaron entonces cierta laxitud, según comentaron a ABC fuentes policiales. La situación ahora no es la misma, pero desde el Cuerpo piden no dejar que «crezca la bola».
Precisamente, desde Jupol, ante las «pésimas condiciones en las que los policías tienen que desarrollar su trabajo», han solicitado a la Jefatura Superior de Policía Nacional de Madrid que vele por la seguridad y la integridad de los agentes destinados en el aeropuerto de Barajas y que implemente «las medidas y medios materiales y humanos necesarios para garantizar la seguridad y la integridad de los agentes».
En una nota de prensa, el sindicato ha mostrado su «descontento» por la supuesta «improvisación» del Gobierno de España con respecto a este tema. «Una improvisación que nuevamente está generando el colapso de las instalaciones aeroportuarias y que genera una situación de inseguridad para los agentes que prestan servicio en esta instalación», ha expuesto.
En esa línea, el sindicato de Policía Nacional ha afeado al Gobierno que su «improvisación» contraste con la «celeridad con la que han tramitado la adquisición de colchonetas para aumentar el número de plazas en las salas de inadmitidos del aeropuerto madrileño». Para Jupol, esto supone solo un «parche que hará aumentar la carga de trabajo de los policías del aeropuerto y supondrá una merma en sus condiciones laborales y de seguridad».
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