El silencio estruendoso de Moncloa ante la exigencia de ERC

Solo así se entiende que el Gobierno declinara ayer la invitación de la presidencia del Senado para intervenir en la Comisión junto al resto de presidentes autonómicos y los portavoces de los grupos. Sólo así se entiende que resultara más sencillo escuchar la versión del Gobierno y sus socios de investidura en esos pasillos que dentro del Antiguo Salón de Sesiones. «Esto ha sido como un mitin (aburrido) del PP. No se puede colonizar así una institución», explicaba un senador cercano al Gobierno entre bambalinas.

Para escuchar a un miembro del PSOE hubo que esperar al final de la tarde, cuando Juan Espadas tomó la palabra. Voz que resonó solitaria y que apenas estuvo arropada por un puñado de compañeros. El andaluz trató de reivindicar al PSOE más puro, ese que Sánchez ha ido socavando y del que muchos de sus actuales compañeros de Ejecutivo quieren desprenderse. «El PSOE ha sido, es y será el garante de la unidad, de la pluralidad y la constitucionalidad del modelo territorial en España», dijo, al tiempo que retó a los (pocos) populares que quedaban por entonces en el Salón.

«Convoquemos esta Comisión una vez que haya Gobierno para hablar de financiación autonómica y verán cómo entonces no falta nadie. No utilicen su mayoría absoluta para desvirtuar esta Cámara y encima quieran que colaboremos», apuntó bajo tímidos aplausos.

A distancia, sus palabras llegaban a oídos de Sánchez, el gran ausente. Al que se dirigieron muchos de los mensajes de los presidentes populares durante toda la jornada. «Si el señor Sánchez o alguien de su Gobierno se hubieran dignado a venir, le diría que no tendremos una España mejor después de la amnistía. Porque a partir de ese momento a la mayoría de españoles les costará sentirse iguales en derechos y deberes», apuntó López Miras, aunque su reproche se multiplicó, dejando en evidencia al presidente en funciones.