Sánchez denuncia la polarización del debate público tras tachar de «tóxica» a la oposición
Llama a la unidad para hacer frente a la «internacional derechista» que busca acabar con su Gobierno
EL presidente ha intervenido en el Congreso del PSOE de Extremadura, que entroniza a Miguel Ángel Gallardo como secretario general
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Valentía, coraje y unidad. Esa es la receta descrita por Pedro Sánchez para hacer frente a la «internacional ultraderechista» que, según él, afecta a España y a muchas otras democracias del mundo como Brasil, Argentina o Estados Unidos. «La derecha y la ultraderecha se ... mimetizan. Tienen por objetivo acabar con el Gobierno», ha afirmado el presidente durante el 14º Congreso del PSOE de Extremadura, antes de añadir que «no lo van a lograr».
Sánchez, que ha mostrado su apoyo a Miguel Ángel Gallardo como nuevo secretario general de los socialistas extremeños, ha dedicado buena parte de su discurso a acusar a la oposición de polarizar. Una proyección, visible desde que empezó a hablar de «levantar un muro» con la derecha tras ser investido presidente en noviembre, que se ha hecho patente también en el acto de hoy en Mérida.
Minutos antes de criticar que el debate público «nada tiene que ver con el interés de los ciudadanos», y centrar su intervención en la polarización que se habría apoderado de éste, Sánchez había acusado a la derecha de «embarrar» y de romper «todos los récords de toxicidad». Unos términos para dirigirse a la oposición que ya empleó en el día de ayer tras la reunión del Consejo Europeo.
«Feijóo dijo que no venía a insultar», ha dicho Sánchez una vez le ha acusado de «dar la callada por respuesta» en relación con el presunto caso de corrupción que afecta a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Y es que, de acuerdo con las palabras del presidente, la polarización —que empezó a calificar como «asimétrica» ya hace meses— sólo vendría de una parte: «Unos insultan y otros somos insultados».
La sucesión extremeña
Más allá de este mensaje, el presidente ha querido tender la mano al sucesor de Guillermo Fernández Vara al frente del PSOE de Extremadura. «Hay partido, hay equipo, hay proyecto y hay argumentos para ganar las próximas elecciones», ha dicho Sánchez dirigiéndose a Gallardo, sentado en el público junto a Vara y el secretario de Organización, Santos Cerdán.
Los espacios nacional y regional del partido han querido mostrar sintonía tras la debacle en las elecciones gallegas de febrero que, junto al resultado del 28M (cuando el PSOE perdió precisamente la Junta de Extremadura en favor del PP), ha debilitado su poder territorial. Ahora, con la aprobación de la ley amnistía y el escándalo del caso Koldo de por medio, se enfrentan a otros dos procesos electorales en el País Vasco y Cataluña, claves para el futuro de la legislatura por cómo puedan influir en el equilibrio de fuerzas en el Congreso de los Diputados.
En ese sentido, Gallardo ha cerrado filas entorno al líder: «Este partido siempre va a ser leal con la dirección nacional. Yo no puedo decir que voy a defender los intereses de Extremadura por encima de los de mi partido. Porque si no están en igualdad pierde el PSOE de España y también Extremadura».
Una postura que coincide con lo expresado por Fernández Vara anteriormente quien, ahora senador y emocionado al hablar de la enfermedad que padece, ha recomendado a su sucesor no poner por encima de los intereses del partido los suyos propios.
«No quiero plazas, no quiero calles, no quiero homenajes, no quiero medallas, porque ya lo tengo. Mi foto en la casa de los extremeños», ha dicho el que fuera presidente de Extremadura hasta el año pasado, en un acto que ha servido para dar el testigo al nuevo dirigente regional. «No vengo aquí a sustituirte, porque eres insustituible», le ha dicho antes Gallardo.