García-Margallo agradece la «sensibilidad» de la Casa Real

En rueda de prensa en Brasilia, el jefe de la diplomacia ha dicho que la cancelación del viaje ha sido la "consecuencia" de unas dificultades que "son eternas" en las relaciones entre España y Reino Unido a propósito de Gibraltar y ha admitido que dichas relaciones "pasan por altos y bajos". Tras reconocer que "probablemente ahora" las relaciones entre Reino Unido y España por el peñón están en "un momento bajo", ha indicado que la Casa Real ha estimado que no sería oportuno el viaje de la Reina por la "extraordinaria sensibilidad" que muestra con todos los problemas que afectan a "la nación española".

Horas antes de la declaración de García-Margallo, el Palacio de la Zarzuela anunció la cancelación del viaje de la Reina porque el Gobierno lo considera "poco adecuado" en "las circunstancias actuales". A pesar de que el mensaje de la Casa Real ha llegado cuando el jefe de la diplomacia estaba en Brasilia, García-Margallo era plenamente consciente de que Zarzuela había decidido seguir la recomendación del Gobierno y cancelar el desplazamiento, han informado fuentes diplomáticas.

La cancelación del viaje se debe a los últimos roces con Reino Unido por Gibraltar. La semana pasada el Ejecutivo protestó por la programada visita del Príncipe Eduardo, hijo menor de Isabel II, a Gibraltar, a lo que se ha unido en las últimas horas la ruptura de las negociaciones entre pescadores de la Bahía de Algeciras con el Ejecutivo del Peñón.

El nuevo Gobierno gibraltareño de Fabian Picardo ya no permite a los pescadores españoles que faenen dentro de las aguas que el Peñón reclama como propias tal y como venían haciendo en los últimos años, en virtud de un acuerdo de 1999. Los pescadores, con el visto bueno del Gobierno español, tienen previsto salir a faenar de cualquier modo, por lo que en las próximas horas se podría producir un choque con la Policía gibraltareña que acabe con la detención de alguno de ellos, lo que generará un nuevo conflicto diplomático.

A estos dos motivos, se une la decisión de que la Banda de Música del Regimiento de Gibraltar vaya a tocar en uno de los actos que se celebrarán en Londres para conmemorar el jubileo de Isabel II, algo que España ve como un nuevo agravio. La semana pasada el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, descartó que el viaje de la Reina a Londres se viera afectado como consecuencia del malestar español ante la proyectada visita del Príncipe Eduardo y su mujer, Sophie Rhys-Jones, al Peñón del 11 al 13 de junio próximos.

El jefe de la diplomacia española indicó que el desplazamiento de la Reina a Londres era de carácter "absolutamente privado" -por su condición de miembro de la realeza- y, por tanto, el Gobierno tenía "pocas cosas que decir". Cuando el ministro pronunció estas palabras ante la prensa en los pasillos del Senado, faltaban unos días para que el Gobierno gibraltareño se volviera a reunir con representantes de los alrededor de 300 pescadores españoles que faenan en las aguas que rodean el Peñón. El martes, tras una jornada de reuniones en Gibraltar, ambas partes dieron por rotas las conversaciones.

España confiaba que Reino Unido llamara al orden a Gibraltar por haber originado este nuevo conflicto con los pescadores, pero tras la reunión del martes ha quedado claro que ni el Gobierno británico ni el gibraltareño tienen voluntad de evitar nuevos roces. Con este escenario, había una alta probabilidad de que los acontecimientos empeoraran coincidiendo con la estancia de la Reina en Londres, lo que habría colocado a Doña Sofía en una situación particularmente incómoda.