El PSOE tienta con sus listas nacionales a los dirigentes territoriales derrotados el 28M

Y ese parece que pudiera ser el destino de muchos de los damnificados en el PSOE por la debacle del pasado domingo, a los que Pedro Sánchez tiene presentes desde el lunes, cuando les citó en su alocución institucional en La Moncloa para anunciar la disolución de las Cortes Generales, o ayer mismo, en su discurso ya como secretario general ante el Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados.

Presidentes autonómicos ahora ya en funciones como el aragonés Javier Lambán, el extremeño Guillermo Fernández Vara o el valenciano Ximo Puig, y alcaldes como el de Sevilla, Antonio Muñoz, o el de Valladolid, un dirigente siempre fiel a Sánchez como Óscar Puente, a los que los ciudadanos de sus respectivos territorios han situado en la oposición, podrían ahora reaparecer en las listas a los comicios del mes que viene, que se aprobarán la próxima semana en el Comité Federal del PSOE, el máximo órgano entre congresos del partido.

La vicesecretaria general de los socialistas y también ministra de Hacienda, María Jesús Montero, lo sugirió así ayer en una entrevista en la Cadena SER, donde dijo que puede que estos dirigentes puedan creer ahora que «es mejor dar paso a otra generación u otras personas que puedan hacer la oposición de una manera más efectiva», allí donde hasta hoy han gobernado.

Sería una manera, además, de que la maquinaria de empuje electoral se mantenga a buen rendimiento en todas las provincias de España. Sin embargo, fuentes socialistas discrepan de este último aserto, pues consideran que los cuadros regionales y locales están lo suficientemente motivados para «tirar del carro», sin necesidad del ascendente de sus líderes.

«Lambán, Vara o Puig no pegan carteles», explican de manera gráfica, al tiempo que trasladan cierto optimismo pese al fracaso en las urnas y la severa pérdida de poder territorial. Apelan, para ello, al porcentaje de voto, que se mantiene por encima del 20 por ciento, y desde luego muy por encima de sus competidores en la izquierda, Podemos y el proyecto de Yolanda Díaz, si bien estos últimos son imprescindibles para que Sánchez pueda revalidar su mandato.

Y apelan las mismas fuentes a la necesidad de constituir «un buen grupo parlamentario, con gente experimentada, para lo que pueda venir». Es decir, tanto para el escenario en el que se pudiera revalidar el Gobierno o para el nada descartable, dado los resultados del pasado domingo, de pasar a la oposición.

Sin ir más lejos, en el actual Grupo Socialista hay ex presidentes autonómicos como el portavoz parlamentario, Patxi López, antiguo lendakari, o la ex presidenta andaluza, Susana Díaz, que es senadora. Y hasta su renuncia reciente, esta misma legislatura, estuvo como diputado el que fuera durante veinte años alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, quien perdió el bastón de mando en otras municipales aciagas para los socialistas, y también muy marcadas por el escenario nacional, como las de 2011, aún con José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa.

Antes de ayer, uno de esos barones territoriales, el extremeño Fernández Vara, afirmó incluso que aspiraba a ser investido de nuevo presidente en su Parlamento regional, pese a que el Partido Popular (PP) y Vox tienen los 33 escaños que otorgan la mayoría absoluta de esa cámara autonómica.

Justo una día antes, el lunes de la resaca electoral, Vara había comunicado incluso que se reintegraría al cuerpo funcionarial de forenses, al que pertenece, poniendo fin así a su carrera política, que ahora prolonga al menos por un tiempo. Si bien anunció también que, en caso de no conseguir esa investidura, convocaría un congreso extraordinario de los socialistas extremeños para otoño.