El PP alerta del «hundimiento institucional» tras los varapalos del CGPJ, el Supremo y la crisis diplomática con Israel

El PP añade a esta espiral de descrédito institucional el hecho de que el PSOE se vaya a reunir este sábado con el partido del prófugo de la Justicia, con un mediador internacional en un país extranjero y de manera secreta «para alcanzar no sabemos qué pactos que posibiliten la continuidad del Ejecutivo de Sánchez». El PP considera que todas estas cuestiones dibujan un panorama «desolador y muy preocupante para el futuro de nuestro país y del Estado de derecho».

El PP considera que el intento del Gobierno de «controlar» el Estado de derecho a través de la Fiscalía General del Estado y el Consejo de Estado, el Ejecutivo se ha encontrado dos nuevas resistencias en el Poder Judicial independiente. Desde Génova reclaman al Gobierno aceptar el veredicto de la Justicia. «Esperamos que no se empeñen en mantener a la presidenta del Consejo de Estado y al fiscal general del Estado tras cuestionarse, una vez más, nuestro Estado de derecho con dos varapalos que no tienen antecedentes en nuestra historia democrática».

Desde el PP esperan que, coincidiendo con la visita de Félix Bolaños, a Bruselas debería «explicar ante las instituciones europeas qué pretendía hacer el Gobierno con ambos nombramientos, el del fiscal general Álvaro García Ortiz y el de la presidenta del Consejo de Estado, Magdalena Valerio». Los populares insisten a Sánchez en que debe «desistir en su empeño continuado de avasallar las instituciones democráticas con todos sus tentáculos de partido».

En la cuestión de Israel, el PP considera que la llamada a consultas de la embajadora de Israel en España «pone de manifiesto la irresponsabilidad y el desahogo con la que Sánchez ha abordado esta crisis internacional y viene a demostrar que el presidente del Gobierno se ha empeñado en dañar las relaciones con Israel, en el peor momento para el país hebreo». Recuerdan que Feijóo lleva tiempo reclamando a Sánchez que «se dejara de estridencias y no comprometiera las relaciones con Israel». Consideran que tras este episodio constata «la intención de Sánchez de dañar las relaciones con ese país y que ha sacado la política exterior de las políticas de Estado».