Pardo de Vera declara que se quejó a Ábalos de las «formas» de Koldo

Afirmó que se quejó a Ábalos del comportamiento de su asesor, que no era propio de las «empresas públicas ni de las privadas» y afirmó que la habrían utilizado para conseguir una entrevista a Jésica Rodríguez, expareja extramatrimonial de Ábalos, en la empresa pública Ineco.

La Guardia Civil, en los informes de la causa que se sigue por organización criminal contra Ábalos, el exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán y Koldo García en el Tribunal Supremo, pone el foco en conversaciones mantenidas entre Pardo de Vera y Koldo García o entre éste y los representantes de las tres constructoras Obras Públicas y Regadíos, Levantina, Ingeniería y Construcción (LIC) y Acciona, que pudieron pagar comisiones ilegales a cambio de contratación pública.

En la causa figura un correo de diciembre de 2018 en el que la secretaria del empresario de OPR investigado, Daniel Fernández, pidió una cita a Pardo de Vera en su correo profesional para que el constructor, en ese momento al frente de la compañía Pérez Jiménez Construcciones, le hablase de «planificación de futuras obras a licitación y presentación de la empresa». A preguntas del fiscal, Pardo de Vera aseguró no conocer a los administradores de OPR, esa compañía ni Pérez Jiménez Construcciones, a pesar de que ambas recibieron la adjudicación de una obra de Alta Velocidad en Unión Temporal de Empresas (UTE).

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Pardo de Vera sostuvo ante el juez, el fiscal y la representación de las acusaciones populares -a quienes no contestó- que los contratos por encima de los seis millones de euros llegan hasta el Consejo de Ministros, por lo que ella no tenía la decisión última, así como que en los procedimientos de concurso abierto se suma la puntuación técnica y la económica a la hora de adjudicar y ella no intervenía en ninguna de las dos.

Sobre LIC, cuyo propietario, José Ruz, también está investigado, Pardo de Vera sostuvo que no le conocía hasta que Koldo García se lo presentó en el Ministerio de Transportes y le vio allí en varias ocasiones «de una manera que me violentaba», afirmó, porque, según ella siempre se quejaba del trato que le estaba dando Adif. El fiscal le preguntó sobre una supuesta consulta de pagos atrasados hacia esta empresa por la que tanto Koldo García como Ábalos se habrían interesado, según las declaraciones de investigados en la causa, y ella contestó que se trataba de pagos adeudados desde 2014, que ante «tanta reclamación» consultó a su equipo, pero la reclamación fue desestimada.

Por último, respecto a Acciona, Pardo de Vera aseguró que nadie le dijo nada nunca sobre esta empresa, que le hubiera sorprendido que Koldo García lo hubiera hecho y que conoce a «muchísimas personas» en Acciona pero no a Fernando Merino, el trabajador despedido en 2021 y que, según la documentación de la causa del Alto Tribunal, habría sido quien habría acordado con Koldo García y Santos Cerdán que la compañía Servinabar, del empreario vasco Antxon Alonso, amigo del ex número tres del PSOE, recibiera obras en UTE con la multinacional.

La investigada también fue interrogada sobre una de las conversaciones grabadas por Koldo García, el 9 de abril de 2019, clave para los investigadores. En ésta, el asesor relataba al ministro Ábalos el reparto de cinco adjudicaciones, presuntamente acordadas con Pardo de Vera, así como le confirmaba que ya había puesto al tanto al secretario de Organización del PSOE.

«Hay que hacer una a Acciona, otra a Sacyr, y me dice ella, tengo que darle una a Ferrovial, ¿vale? Y yo le digo. Yo le he dicho, mira, dame estas dos, ¿vale? Y lo que hagas, bien hecho está, ¿te parece bien?», explicaba Koldo García a Ábalos en aquella convesación. «Habla con Santos, eh», contestaba él. «No, si ya he hablado con él» zanjaba Koldo.

Ayer, Pardo de Vera sostuvo que si en algún momento dio a Koldo García el nombre de empresas del Ibex fue recordándole las únicas que, por su dimensión, podían asumir cierto tipo de obras públicas.

Afirmó que llegó a quejarse a Ábalos de que una persona «sin formación», como era Koldo García, le trasladase preguntas que no le habían hecho cinco ministros y que, posteriormente, el asesor le recriminó, llamándola 'bonita', que se quejase al ministro.

Sobre la contratación de Jésica Rodríguez, expareja de Ábalos, en las empresas públicas Ineco y Acciona, donde se le achaca haberla colocado, defendió que Koldo García, su hermano Joseba García -que trabajaba en Ineco- y Ábalos la «utilizaron como correa de transmisión» para la entrevista y se desentendió del «trabajo de esta señora». Aseguró no saber nada de su contratación en Tragsatec y dijo que trasladó a Ábalos que podía haber una crisis reputacional sobre su contratación en Ineco cuando, tres meses antes de que le venciera el contrato, supo el tipo de relación que tenían.

En cuanto al comisionista Víctor de Aldama, también investigado y que puso a los investigadores en la pista de las licitaciones presuntamente amañanadas, afirmó que lo conoció porque «estaba el el hall del Ministerio con asiduidad», que no sabía «cuál era su papel» y que nunca le habló de ninguna adjudicación, sino de que «tenía un club de fútbol, un restaurante. Era una persona afable pero nada más», zanjó, según fuentes presentes en su declaración.