Las víctimas de ETA piden el cese de la «legitimación explícita de la violencia» que supone el 'Gudari Eguna'

Desde el año 1981 las diferentes marcas de la izquierda abertzale celebran cada 27 de septiembre lo que denomina en el entorno abertzale se conoce como el 'Gudari Eguna' (Día del soldado vasco). Era su forma de homenajear a dos históricos de ETA, Juan Paredes, Txiki, y Ángel Otaegi, que fueron fusilados en 1975. Hace años solía ser un día de lucha callejera, que con el tiempo ha dio evolucionando hasta convertirse en una acto de homenaje de las sucesivas marcas de Herri Batasuna a todos los presos etarras.

Este año no ha sido menos, y Sortu, partido mayoritario de la coalición EH Bildu, ha celebrado el acto habitual en el cementerio de Zarauz (Guipúzcoa). No ha contado con la presencia de los primeras espadas de la izquierda abertzale, pero sí con los tradicionales eslóganes reivindicativos del colectivo. Así, Haimar Altuna, Miembro del Consejo Nacional, ha aprovechado para reivindicar el «derecho de autodeterminación» y el reconocimiento de «nación de Euskal Herria». También ha calificado de «compromiso con la paz» la militancia de los dos etarras.

Son frases intolerables para los colectivos de víctimas que en el escrito denuncian que el acto se ha convertido, en una «reivindicación explícita» de la violencia de ETA, lo que en la práctica supone una forma de «apoyo» a sus «perpetradores» «En los 'Gudari Eguna' los homenajes se hacen extensivos a todos los miembros de la organización terrorista», señalan en el escrito.

Critican, además, que la izquierda abertzale ha «pervertido» con sus homenajes el término 'gudari', que tradicionalmente hacía referencia a los soldados vascos que lucharon en la Guerra Civil, para equipararlo con los terroristas de ETA. Consideran que forma parte de la «liturgia propagandística» que ha establecido la organización terrorista a lo largo de su historia, lo que les ha permitido que la legitimación del terrorismo «se perpetúe en el tiempo hasta el día de hoy».

Es por ello, que cuando se cumplen 48 años del fusilamiento de Txiki y Otaegi, y más de 40 años de homenajes impunes, la Fundación Fernando Buesa, Covite y Gogoan han dicho basta. Hacen un llamamiento a terminar con unas reivindicaciones que consideran «incompatibles» con la paz y la convivencia. «Si tienen un mínimo de sensibilidad con las víctimas de ETA y quieren demostrar que su apuesta por la convivencia es sincera, tienen una magnífica oportunidad de hacerlo», añaden.

Lo contrario, insisten al entorno abertzale, «evidenciará una vez más» que sus declaraciones en torno al sufrimiento de las víctimas son «puro cinismo». Les recuerdan, además, que la mejor contribución seguirá siendo es «atender al derecho a la verdad» de las más de 300 familias asesinadas por ETA que desconocen quiénes fueron los autores de los atentados, así como el de los miles de heridos y afectados por el terrorismo de ETA.