El PNV llama a aprovechar la «oportunidad» en Madrid para avanzar hacia el «reconocimiento nacional» del País Vasco

Una cita que los nacionalistas celebran cada último domingo de septiembre, pero que este año tenía una relevancia mayor por el proceso de renovación interna que afrontan y el desgaste de su base electoral, que ha situado a EH Bildu en situación de disputarle la hegemonía en la región. Ortuzar, preocupado por el tiempo, llamaba ayer a la militancia a llenar el gigantesco recinto donde se ha celebrado el acto, al que ha acudido la portavoz de Junts per Cataluña en el Congreso, Miriam Nogueras. La meteorología le ha respetado para reclamar un «nuevo horizonte de autogobierno».

Meta que, tal y como ha anunciado esta mañana, compaginan con el proceso que comenzará el 20 de enero y que culminará los días 29 y 30 de marzo en su IX Asamblea General, donde se nombrará al próximo presidente del Euzkadi Buru Batzar (órgano ejecutivo del partido) y ocho de sus vocales. No confirman todavía si Ortuzar optará a la reelección. "Está en vuestras manos", ha dicho dirigiéndose a la multitud. No se prevé una ruptura con la dirección actual y, como pista, durante el primer mitin del curso de la formación en Zarauz él mismo dijo que era un «orgullo» haber conducido al partido hasta el presente (accedió al cargo en 2013) y «una gran responsabilidad llevarlo hacia el futuro».

Tiempos por venir en los que la reforma del Estatuto de Guernica y, concretamente, la incorporación al texto del «derecho a decidir» serán el caballo de batalla. El PNV pactó con EH Bildu el pasado jueves dos mociones en las Juntas General de Guipúzcoa en las que pedía incluirlo, además del reconocimiento nacional y la relación bilateral con el Estado (España, en términos del nacionalismo), pero su asociación con el Partido Socialista de Euskadi (PSE) para gobernar la comunidad autónoma deriva en un equilibrio complicado de mantener.

Los socialistas, liderados por Eneko Andueza, no están por la labor de explorar ese camino -el pacto de coalición relega la cuestión al ámbito de los partidos y no al del Ejecutivo regional- y este domingo Ortuzar ha tenido palabras para ellos. «Se rasgan las vestiduras cada vez que invocamos el derecho a decidir. Es como si nosotros para sentarnos a hablar con ellos les pidiéramos que cambiaran el nombre», ha aseverado.

Los peneuvistas esgrimen lo pactado con Pedro Sánchez para apoyar su investidura en noviembre del año pasado: una negociación, a ratificar en el Parlamento vasco, el Congreso de los Diputados y en referéndum por la ciudadanía vasca; por el «reconocimiento nacional de Euskadi, la salvaguarda de las competencias vascas y un sistema de garantías basado en la bilateralidad y la foralidad». «El pacto obliga y Moncloa lo sabe», ha afirmado con vehemencia el lendakari, Imanol Pradales, quien ha intervenido antes que Ortuzar.

La pujanza de EH Bildu, que en las elecciones europeas del 9-J dio el 'sorpasso' en votos al PNV y también aprovecha la fragilidad de Pedro Sánchez para presionar sus tesis soberanistas, está haciendo moverse las posiciones nacionalistas. A pesar de que fuentes de la formación trasladan ABC que la defensa del derecho a decidir es una «posición histórica y fundacional», será el propio Ortuzar quien confirme si está sobre la mesa de negociación una vez se lo traslade a los partidos en la ronda de contactos que está pendiente de abrirse en las próximas fechas.

Y es que como vienen insistiendo los peneuvistas, en un dardo lanzado a los de Arnaldo Otegi, que proponen aprovechar la «mayoría aberzale» en la Cámara regional para avanzar en su proyecto independentista, no habrá conversaciones sólo a dos bandas. Una imagen de «brazos abiertos» que el gabinete de Pradales está tratando de transmitir desde que fue investido lendakari para pasar página con la 'era Urkullu', pero que no le salva del choque con Bildu.

La izquierda aberzale ha estado presente en Foronda. Si no físicamente, sí a través de las palabras de los máximos líderes del nacionalismo vasco. Concretamente, ha sido Pradales quien más se ha referido a su rival, advirtiendo contra quienes «defienden un modelo alternativo» que «se miraba en el espejo de la Cuba castrista y la Nicaragua sandinista y hoy jalea la Venezuela chavista».