El PNV utiliza el ‘Aberri Eguna’ para equiparar la situación del País Vasco con Ucrania y el Sahara

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar , justificó esta analogía porque tanto Ucrania como el Sáhara son, en su opinión, «dos naciones en apuros» y «nacionalistas democráticos» que, como el País Vasco, «creen en la libertad de otros». Destacó que son, además, «profundamente antifascistas y anti imperialistas». Por eso, Ortuzar reivindicó que «sean lo que su ciudadanía quiera ser, sin agresiones ni injerencias externas». Porque la receta de los nacionalistas vascos sigue siendo profundizar en el autogobierno . Lo reivindicaron tanto Ortuzar como Iñigo Urkullu en una Plaza Nueva de Bilbao que volvía a abarrotarse después de que la pandemia obligara a cancelar los dos últimos años el acto más nacionalista del calendario político vasco.

Ortuzar también aprovechó el escenario para cargar tintas contra diestro y siniestro. Para el presidente del PNV, resulta totalmente «incomprensible» el giro, por sorpresa y sin contar con nadie, que ha dado Pedro Sánchez en las políticas respecto al Sáhara . «Es un síntoma del deterioro de las formas de hacer política», afirmó.

Un deterioro que los nacionalistas no solo aprecian en la política exterior. Ortuzar lamentó que la «obsesión» del PP por volver a La Moncloa y la estrategia del PSOE de alentar a Vox como forma de desgaste a la oposición haya evitado un pacto para dejar fuera a la extrema derecha. «Se trata de un egoísmo partidista», criticó, lo que en su opinión ha permitido que «los fachas de Vox entren en un Gobierno». Lanzó, además, un aviso a navegantes: «Jamás, jamás nos verá nadie de la mano, ni cerca, de los fachas de Vox ni de quienes se arreglen con ellos».

El colectivo de presos de ETA también aprovechó la celebración del Aberri Eguna para presionar al Gobierno de Sánchez. En un comunicado publicado este domingo en los diarios Gara y Berria, el EPPK pidió «más pasos» encaminados a «encauzar la salida a las calles» de los presos de ETA.

El EPPK reconoce que se han dado pasos adelante «en el fin de la dispersión y la repatriación» y que, como consecuencia, «el mapa es muy diferente al de hace unos pocos años». De hecho, hace tiempo que no quedan presos de ETA encarcelados en cárceles más al sur de Madrid . Solo el año pasado se registraron 143 acercamientos de presos a cárceles de Euskadi y 2022 arrancaba con más de la mitad de los reclusos de la banda terrorista en cárceles vascas o navarras.

El colectivo de presos destacó que esta nueva realidad se debe a «los pasos dados por presos» y también a «las movilizaciones y el trabajo realizados por las instituciones y por la ciudadanía en la calle». Por eso, confirman su «firme intención» de seguir por ese camino para «ir vaciando las cárceles». Abogan, además, «por el derecho de autodeterminación» para «construir un escenario de paz».

Es la misma reivindicación que vertebró el acto que había convocado EH Bildu en Pamplona. Miles de personas llenaban las calles a mediodía de banderas vascas y navarras para repetir sus tradicionales consignas a favor de la independencia. Estaba previsto que Arnaldo Otegi cerrara la jornada, pero el dirigente de Bildu no pudo acudir por encontrarse enfermo. En su lugar fue Bakartxo Ruiz , la líder del partido en Navarra, quien se subió al atril para reivindicar de nuevo la hoja de ruta esgrimida por la izquierda abertzale hace unas semanas. «Frente al pulso autoritario», Ruiz reivindicó «su receta». «Imaginad lo que seríamos capaces de hacer con un Estado», proclamó.

Una hoja de ruta que el PNV, a tenor de lo esgrimido este domingo en Bilbao, no termina de creer. De hecho, las críticas más agrias de Andoni Ortuzar fueron dirigidas a EH Bildu y las formas con las que representantes de esta formación se dirigieron al lendakari en el último pleno del Parlamento de Vitoria. «No les hemos oído decir de Putin lo que le dijeron al lendakari», lamentó Ortuzar. «Son caprinos y la cabra siempre tira al monte aunque cada vez les guste más pisar moqueta madrileña», advirtió.

Frente a las críticas, el lendakari, Iñigo Urkullu, también utilizó el Aberri Eguna para reivindicar su modelo de gestión . Pidió no dejarse llevar por quienes defienden aplicar ideas neoliberales que implican «menos impuesto y menos estado» y que no son más que «cantos de sirena», apuntando, aunque sin nombrarlo, al encuentro que tuvieron hace una semana varios empresarios vascos con Isabel Díaz Ayuso. En su opinión, este modelo solo sirve para «ayudar al que vive bien para que viva mejor» pero en la práctica supone «menos educación y menos recursos». «No es nuestro modelo», defendió.