Arraiz admite su pertenencia a ETA para intentar eludir la cárcel

A preguntas del Fiscal Superior del País Vasco, Juan Calparsoro, Arraiz, que ha respondido en euskera y de forma escueta, ha manifestado su «conformidad» con los hechos por los que es juzgado , y por los que afronta penas de hasta diez años de cárcel. Además, tras haber asumido el Estado de Derecho en un escrito entregado a través de su letrado, ha respondido con un «sí» a la cuestión de si este reconocimiento supone la renuncia a cualquier actividad relacionada con el uso de la violencia. Por último, ha respondido también afirmativamente a la pregunta de si quiere que su reconocimiento contribuya a la reparación de las víctimas por el daño causado.

Arraiz fue detenido en una macrooperación en 2007, en la Casa de Cultura de la localidad guipuzcoana de Segura, en la que fueron arrestadas cuarenta personas por el intento de refundar Batasuna, de cuya Mesa Nacional formó parte de 2005 a 2009, como máximo responsable en Álava. Por su condición de aforado, al ser parlamentario, Arraiz es juzgado en el TSJPV y no en la Audiencia Nacional, donde el pasado mes de enero, juzgados por el mismo sumario, 35 dirigentes de la «izquierda abertzale» aceptaron penas de entre año y medio y dos años de cárcel tras admitir que habían actuado bajo las órdenes de ETA, tras el pacto alcanzado por todas las partes, de tal forma que pudieron eludir su ingreso en prisión.

La defensa de Arraiz y la Fiscalía eran partidarias de que el presidente de Sortu pudiera acogerse al mismo acuerdo, pero esta posibilidad fue rechazada por Dignidad y Justicia , que ejerce la acusación particular junto a la Asociación de Víctimas del Terrorismo, por lo que este lunes ha arrancado la primera sesión de la vista oral en el Palacio de Justicia del País Vasco, que podría alargarse hasta el próximo viernes.

El fiscal ha subrayado esta mañana que «los hechos han sido íntegramente reconocidos por el acusado» y ha apuntado que «todo es exactamente igual a lo que se hizo en la Audiencia Nacional el pasado mes de enero», por lo que, de acuerdo con la defensa, rebaja la pena que solicita a dos años de cárcel y dos años de inhabilitación especial para ejercer cargo público, en las que se incluye la de ejercer cargo autonómico, y remarca que aún así «va a ser más gravosa» que las penas que asumieron los 35 batasunos en la Audiencia Nacional.

La AVT solicita diez años de prisión e inhabilitación o cinco si se tiene en cuenta la dilación indebida del proceso, mientras Dignidad y Justicia mantiene su petición de diez años de cárcel e inhabilitación . La abogada de esta asociación ha querido expresar su «absoluta desvinculación del acuerdo» al que han llegado la Fiscalía y la defensa.

El abogado de Arraiz ha insistido en que «los hechos que se juzgaron» en la Audiencia Nacional «son los mismos» y que «de 109 folios» de los que consta la causa contra Arraiz, «102 son idénticos» si se comparan con el juicio de enero.

Posteriormente, y antes de que Ibarra haya determinado que el caso queda «concluso para sentencia», el dirigente «abertzale» ha vuelto a tomar la palabra, esta vez en castellano, en una alegato final en el que ha asegurado que ha mostrado su conformidad «porque quería dejar claro ante este Tribunal, pero también a otros efectos, cuál ha sido mi actividad en ese periodo. Mi actividad política han sido esas reuniones políticas, esas y otras, con otras formaciones políticas, que formaban parte del arco político vasco en aquella época, y también actos electorales en los que participé y manifestaciones o concentraciones», se ha justificado.

Arraiz ha criticado que «la ley de partidos y la consiguiente ilegalización de siglas políticas que se llevó a cabo en el Estado español en aquella época crearon un escenario político perverso , donde muchas personas entendimos que se estaban persiguiendo ideas políticas y vimos en peligro un proyecto independentista y de izquierdas, con el cual nos identificábamos».

El presidente de Sortu ha añadido que « continuar con esa actividad política no era solo una opción, era una obligación ética », para proclamar a continuación que «ese escenario político ha cambiado mucho en este país, para bien», y se ha situado a sí mismo entre las personas que han contribuido a ese cambio. «Creo que lo realmente importante en este momento es seguir avanzando hacia la paz y la convivencia democrática, y consolidar ese escenario».

Ha incidido en que la paz, «para ser de verdad tiene que ser para todos», y en este punto ha expresado que «lamentablemente para todos no va a poder ser» dado que muchas personas « no están aquí por consecuencia de las diferentes violencias que hemos sufrido en las últimas décadas». A esas personas, ha asegurado, «les debemos nuestra memoria, reconocimiento y reparación», y que de alguna manera su «actividad política sirva para alivio del sufrimiento que les ha dejado la ausencia de sus seres queridos».

«Espero que sirva, si no es hoy mañana o pasado mañana, para que otros puedan dar diferentes pasos y se abran por fin las celdas de las prisiones », ha proseguido Arraiz, quien ha afirmado que «cada vez más personas queremos unir esfuerzos, pasos, seguir avanzando hacia esa paz y convivencia democrática». Una «responsabilidad política», ha concluido, que «ahora mismo tampoco es una opción, sino una obligación ética».

Finalmente, ya fuera del Tribunal, y a preguntas de los medios de comunicación sobre qué espera de la sentencia, ha indicado: «Hoy ha quedado claro que esto no tenía demasiado sentido, porque en mi calidad de aforado se haya desgajado del resto del sumario, sería bastante incongruente que mi futuro sea diferente al del resto de mis compañeros. Creo que eso no sería muy normal, no sería muy coherente, y que eso va a prevalecer ».

Por otra parte, ha reconocido que si es inhabilitado no podrá figurar en las listas de Bildu para las elecciones autonómicas de otoño. En cuanto a la actual legislatura, espera que la Justicia no se de «prisa», la misma que, ha ironizado, no se ha dado con su caso, al haber sido arrestado hace ahora nueve años.

Antes de arrancar la vista oral, Arraiz ha estado arropado por dirigentes de la «izquierda abertzale» como Arnaldo Otegui, Pernando Barrena, Pello Urizar, Joseba Permach, Óscar Matute y Rufi Etxebarria, junto a varias decenas de personas que han desplegado una pancarta en la que se leía, en euskera, «Juicios políticos no». También ha acudido desde la cercana sede de Sabin Etxea, situada a tan solo unos metros del Palacio de Justicia, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, quien ha departido brevemente con Arraiz , a quien ha transmitido su apoyo.

« Supongo que mi presencia hará que algunos se rasguen las vestiduras , pero quería estar allí, a título personal, para expresarle a Hasier mi solidaridad», ha escrito después Ortuzar en su página de Facebook . «Es difícil de entender que ahora que hacen lo que durante tantos años les hemos pedido, ahora que reconocen sus errores, se quiera dar una vuelta de tuerca más en un momento en el que precisamente hace falta distensión por todas las partes para poder mirar al futuro de una convivencia sana en nuestro País. Ser aforado nunca debe ser un privilegio ante la Justicia, pero tampoco una penalización. Si Hasier hubiera sido juzgado con el resto de imputados, hoy estaría en la misma situación que ellos. Eso es lo que espero suceda en breve», ha expresado.

La semana pasada el PNV ya quiso mostrar su respaldo a Arraiz , al comparecer su portavoz parlamentario, Joseba Egibar, junto a Urizar en la cámara de Vitoria, donde ambos dieron lectura a una declaración conjunta en la que censuraban el «desamparo» en el que, a su juicio, se encuentra sometido Arraiz por su condición de aforado.