Órdago de Vox al PP por negociar con el Gobierno la inmigración

Por eso, a unas horas de que el Gobierno y el Partido Popular se reúnan para abordar el problema migratorio en Canarias y Ceuta, los de Abascal volvieron ayer a marcar músculo y lanzar un órdago, amenazando con suspender las negociaciones con el PP por los presupuestos autonómicos si se produce algún tipo de acuerdo que desemboque en el reparto de menores inmigrantes no acompañados en las regiones. «Nosotros no vamos a participar en el reparto de inmigración ilegal y de inseguridad que pretenden Feijóo y Sánchez. Si el PP quiere seguir impulsando las políticas del PSOE, que negocie los presupuestos con ellos. A Vox no le va a temblar el pulso», señalaba ayer Ignacio Garriga.

Las palabras del secretario general de Vox no tardaron en llegar a esas autonomías. «Es lo mismo de siempre. Nada nuevo que no supiéramos desde hace tiempo. Nosotros vamos a seguir igual, intentando sacar adelante las cuentas de 2025 y, si no es posible, las prorrogaremos para seguir gobernando como hasta ahora», explicaba a ABC un dirigente del PP con responsabilidad en esos gobiernos regionales amenazados por Vox. La respuesta fue similar en todos los territorios en los que el poder del PP necesita del apoyo de Vox para caminar con normalidad —Extremadura, Aragón, Región de Murcia, Baleares, Comunidad Valenciana y Castilla y León—, que descartaron también un adelanto electoral como solución al bloqueo en las cuentas.

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Un escenario que sólo podría romperse en Castilla y León, donde las elecciones están previstas para febrero de 2026 y que podrían sufrir algún tipo de adelanto, pero no ligado a esta amenaza de Vox que en Génova ligan a una estrategia de presión por parte de los de Abascal. «No se puede hablar de suspender unas negociaciones que ni siquiera han empezado. No es razonable bloquear los presupuestos que necesita Aragón vinculándolos al problema de la inmigración, que es un asunto de ámbito estatal e internacional», apuntan a ABC fuentes del gobierno de Aragón. Por su parte, Joaquín Segado, portavoz del ejecutivo murciano de Fernando López Miras, «mantiene su mano tendida» y pide «que decisiones tan importantes no deben tomarse fuera de la Región de Murcia». En la Comunidad Valenciana, la DANA ha convertido los presupuestos en prioritarios y a ello apelarán en la negociación que se abrirá en las próximas semanas.

Además, fuentes de la Junta de Extremadura afirman a ABC que «mientras Vox se centra en paralizar y el PSOE está perdido en un laberinto de corrupción», ellos van a «estar centrados en lo importante: el bienestar y las oportunidades de los extremeños».

De este asunto, habló ayer Alberto Núñez Feijóo, que deslizó un mensaje firme durante su intervención en un acto con motivo del día de la Constitución. «El PP va a seguir defendiendo sus principios y sus convicciones, sin someterse a chantajes de ningún tipo. Ni de un lado ni de otro», afirmó el líder del PP. Como él, otras voces dentro del partido reconocían estar tranquilos ante el movimiento de Vox, a los que acusan de «salir al rescate mediático del Gobierno». «Nuestra política migratoria es clara y no la vamos a modificar por las presiones de ningún partido político. Ni del PSOE ni de Vox», señala una persona cercana a la dirección del PP.

Mientras, en la calle Bambú transmitían el mensaje de que la decisión es firme y no hay vuelta atrás. El lunes ya lanzaron un aviso al PP dejando caer que los presupuestos estaban en peligro y ayer materializaron esa amenaza suspendiendo toda negociación hasta conocer el resultado de la reunión sobre inmigración. Ese fue el asunto que llevó a la ruptura de los acuerdos de gobierno en verano y el que podría hacer descarrilar también ahora las cuentas para el próximo año. «Al precio que sea», asegura un dirigente del partido a ABC garantizando que Vox no mirará cálculos políticos ni electorales para tomar esta decisión.

En la cúpula de Santiago Abascal están convencidos de que la pelota está en la calle Génova y acusan a la dirección del PP de «torpedear» los acuerdos con Vox en todas las regiones. Si hay un acuerdo con el Gobierno en inmigración, solo podría salvar los presupuestos que algún barón popular se rebelara contra Alberto Núñez Feijóo. Algo que en Vox reconocen que no ven posible.

A ello se suma que los de Abascal no ven con malos ojos que los presupuestos sean prorrogados, ya que las autonomías quedarían con unas cuentas en cuya elaboración ellos participaron el pasado año cuando formaban parte de esos ejecutivos.