Una noche de hotel pone en jaque la versión del guardia civil imputado por fardar de ilegalidades

El juez pide al establecimiento la identificación de la tarjeta con la que se abonó la estancia

Ordena un análisis de una baliza que se habría colocado sin autorización judicial

Una de las armas incautadas en la operación Águila-Frazen abc

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha acordado una batería de diligencias para contrastar la versión de S.B., que era brigada de la Guardia Civil y formaba parte de un equipo que investigaba delitos de ... blanqueo fruto del narcotráfico cuando fue grabado de forma subrepticia por una mujer con la que mantuvo varias citas y que resultó ser amiga de uno de los sospechosos.

En una resolución a la que tuvo acceso ABC, Pedraz requiere al hotel donde se sospecha que ambos pasaron la noche del 21 al 22 de abril, para que informe sobre el método de pago de aquella habitación y, si fue con tarjeta, indique el titular de la misma y la numeración.

Esta línea de investigación surgió de la denuncia presentada por una de las defensas en la causa que desde 2021, se sigue en la Audiencia Nacional por la operación Águila-Frazen, en la que fueron detenidas una veintena de personas por delitos de narcotráfico y blanqueo de capitales. Sostiene, como otros abogados, que se pudieron cruzar líneas rojas que podrían invalidar el procedimiento.

Aportó unos audios, con sus transcripciones y un escrito que señalaban prácticas irregulares por parte de un agente miembro del equipo investigador, el brigada S. B., que se definía a sí mismo en esas conversaciones como el «más ilegal de los ilegales» y se jactaba entre otras actuaciones, de poner balizas de seguimiento a determinados investigados sin autorización judicial, como destapó en su día Economist&Jurist.

El juez le citó la semana pasada y sostuvo durante el interrogatorio, en el que rehusó contestar al resto de las defensas, que sospechó de la mujer porque se temía que fuese un topo de la organización criminal, según las fuentes jurídicas consultadas por ABC, y decidió seguirle la corriente.

Análisis de las balizas

Adujo que le pareció buena idea fingir e inventar anécdotas para intentar obtener información y de paso, dar datos e informaciones falsas para despistar a los investigados, como según dijo, serían sus alardeos sobre la colocación de dispositivos de localización sin autorización judicial o el marcaje sobre determinadas personas.

Llegó a afirmar que en un momento dado sospechó que ella le había instalado un troyano en el móvil y lo llevó a un informático, si bien no pudo es identificar con precisión a ese especialista a requerimiento del juez.

Según las mismas fuentes, incidió en que mantuvo las distancias con aquella mujer, pero sin perder el contacto con ella, un dato que se pone en cuestión al pedir a un hotel que aclare si, como parecía deducirse de los audios, pasaron la noche juntos en una habitación que él pagó con su tarjeta.

Respecto de las balizas, la clave es que uno de los investigados, antes de estas revelaciones, había denunciado el hallazgo en su moto y en su coche de dispositivos de seguimiento. El juez ha ordenado una serie de averiguaciones con cámaras de tráfico a partir de las matrículas y ha acordado diseccionar la baliza y descargar toda la información que contenga, así como los datos relativos a la señal a la que habría estado conectada.

Hay una diligencia más: el instructor facilita una serie de números de identificación profesional de agentes y pide a la Policía Judicial si alguno de ellos responde a determinados nombres de pila.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios