Marlaska reconoce que su número 2 le avisó del viaje de Delcy Rodríguez y él alertó a Ábalos
Sobre el exministro de Transportes: «Nunca tuve la sospecha de que pudiera estar en un negocio turbio»
Defiende en el Senado que jamás se ha reunido con Koldo García ni conoce de nada a Aldama
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha acabado reconociendo que quien era su jefe de Gabinete en enero de 2020 y hoy es secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, le avisó de que la vicepresidenta de Venezuela Delcy Rodríguez se dirigía a ... España teniendo vetado el acceso al territorio Schengen y él, a continuación, alertó al entonces titular de Transportes, José Luis Ábalos, de las circunstancias. El aviso original de la expedición había partido del asesor de éste, Koldo García.
«Claro que me lo dijo, por eso pude yo trasmitir que esa persona no podía entrar en territorio Schengen», ha dicho, durante un rifirrafe en la Comisión del Senado sobre el caso Koldo con el senador del PP Luis Santamaría, que le ha ido reprochando las distintas versiones oficiales sobre el paso de la número 2 de Nicolás Maduro por el aeropuerto de Madrid-Barajas aquel 20 de enero, después de que la Guardia Civil destapase que Ábalos informó al presidente del Gobierno con cuatro días de antelación y recibió un «bien» por respuesta.
Consta en un informe de la UCO aportado a la investigación del caso Koldo en la Audiencia Nacional, el mismo que revela que después de esa luz verde de Sánchez, Koldo se dirigió a Rafael Pérez para poner en marcha los trámites de cara a la llegada de un alto cargo extranjero. Santamaría presionaba en esta línea para intentar discernir cuándo supo Grande-Marlaska de esta situación, pero él ha insistido en que fue «horas antes» del aterrizaje, estando Rodríguez «ya en vuelo».
«Como Ministerio del Interior solamente se actuó en el marco de nuestras competencias, desconociendo cualquier otra circunstancia de ese viaje», ha señalado, tras explicar que es «habitual» que la Secretaría de Estado reciba avisos de este tipo de «otros secretarios de Estado o asesores» ministeriales ante cuestiones que requieren de información sobre seguridad y son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado quienes proceden a realizar «comprobaciones».
«Se me traslada que la vicepresidenta de Venezuela tiene un señalamiento Schengen y yo lo traslado. Le traslado que esa persona no puede pisar territorio Schengen cuando tengo conocimiento. Fue poco antes de que esa persona llegara, estoy convencido de que estaba en vuelo ya esa persona«, ha señalado ante las preguntas de Santamaría, para concretar después que ese día no habló con el presidente del Gobierno pero sí llamó a Ábalos »unas horas antes para trasladarle que la vicepresidenta no podía pisar« territorio comunitario europeo.
En todo caso, ha dicho «que quien fuera a Barajas, mientras no se incumpliera el señalamiento Schengen, no tenía interés en conocerlo», así que no sabe quién dejó entrar en Barajas al comisionista Víctor de Aldama ni nada al respecto -«No sé donde estuvo cuando estuvo ni si entró ni en qué circunstancias«, ha dicho-, y algo similar con Koldo García, aunque en este caso supone que »como asesor de Ábalos, iría con él«.
«Convencido» de que no pasaron maletas
Ya antes, a preguntas de la senadora del Grupo Mixto María Caballero, había hablado del Delcygate, subrayando que no tuvo «ninguna relación» con el tema y que en su departamento se limitaron a «tomar las medidas necesarias respecto a las visitas que se comunican» y que pueden llegar, conforme ha dicho, «por distintos conductos». No abrió después ninguna investigación interna sobre lo ocurrido, según ha afirmado ante la comisión, porque las fuerzas de seguridad cumplieron el objetivo de que no cruzase la frontera administrativa.
«A mi lo que me hubiera preocupado y habría abierto una investigación es si la señora vicepresidenta de Venezuela en ese momento pisa suelo español. No pisó suelo español en parámetros de suelo Schengen», ha dicho para murmullo general en la Sala Clara Campoamor, donde se celebra la comparecencia. «Se hubiera abierto una investigación y se hubieran depurado responsabilidades», ha zanjado.
Pero Caballero seguía preguntando y quería saber si la comitiva de Delcy Rodríguez pasó maletas a España aquella noche. «Estoy convencido de que no pasaron las maletas porque estoy convencido de la actuación correcta de los funcionarios policiales que actuaron en este momento», ha dicho, después del mencionado reconocimiento de que no hizo investigaciones internas para conocer los hechos. A preguntas de Santamaría ha defendido la misma posición, aunque matizando que «si alguna de las personas salió y salió con maletas tiene que estar perfectamente comprobado».
«Ninguna sospecha» sobre Ábalos
Grande-Marlaska comparece ante la comisión un día después de que el juez de la Audiencia Nacional que investiga el caso Koldo asunto pidiese al Tribunal Supremo la imputación de Ábalos por delitos de organización criminal, tráfico de influencias y cohecho, asunto que ha centrado el inicio del interrogatorio de los grupos parlamentarios.
«Nunca tuve la sospecha de que pudiera estar en ningún negocio turbio y si puede doler a alguien la petición de imputación al Supremo de una personan, duele más a los que compartimos con él el Gobierno», ha asegurado a Caballero, para añadir que «no le consta» que hubiese «ningún conocimiento» al respecto cuando Ábalos fue cesado en el cargo en 2021,
En cuanto Koldo García, ha apuntado que le conocía en esa calidad, «evidentemente al haber compartido Consejo de Ministros durante algo más de tres años» y haber coincidido en «actos institucionales» dentro y fuera del Ministerio del Interior, nada más. «Yo nunca me he reunido con Koldo García», ha dicho tajante. Y sobre Aldama, menos aún. «No me he reunido nunca ni creo que haya cruzado la mirada con él en mi vida. No le conozco», ha asegurado, para añadir que no tiene «constancia» de que haya estado en la sede del Ministerio del Interior y remitir, en todo caso «al registro de visitas».
Aldama, confidente
Tampoco conocía el informe de la UCO que estrechó el cerco sobre Ábalos, más allá de lo que leía en la prensa, porque entiende que hay que dejar que la causa judicial siga sus cauces, misma idea a la que se ha aferrado cuando, sorprendida, la senadora le ha interrogado por la falta de conocimiento que aducía tener de los tejemanejes de un comandante de Información de la Guardia Civil que estaría, según los autos, a sueldo de la trama, facilitándoles entre otras cosas, teléfonos seguros. «No, evidentemente no» le parece normal que esto sea así, conforme ha respondido, pero desconoce «cualquier cuestión a ese respecto» y será en la causa donde se determine «la veracidad».
En este asunto ha profundizado Santamaría, pero el ministro ha asegurado que ni conoce todas las actuaciones de la Policía Nacional y la Guardia Civil ni tampoco los nombres que, como el de Aldama, figuran en bases de colaboradores. Y si lo supiera, conforme ha añadido, sería secreto oficial.