Mariano Rajoy: «Sánchez tiene el síndrome del mal estudiante: no da palo al agua durante el año y pretende recuperar ahora lo que no ha hecho»

La entrevista ha arrancado haciendo mención a otro expresidente del Ejecutivo: José Luis Rodríguez Zapatero, que fue quien verdaderamente, se justificó Rajoy ante Carlos Herrera, «congeló las pensiones en 2010» y no él. Su Gobierno, ha continuado, tuvo que subir impuestos y bajar el gasto para «no entrar en quiebra», pero se mantuvo firme a sus dos compromisos de no reducir el gasto en pensiones ni en desempleo. Preguntado por ETA y el hecho de que el expresidente socialista se adjudicase hace unas semanas el fin y la rendición de la banda terrorista, lo tiene claro: «Quien acabó con ETA fue quien sufrió a ETA: el conjunto de la sociedad española y sus víctimas«.

El giro de Sánchez sobre el Sáhara fue, sin duda, «una equivocación». A su parecer, se ha producido un cambio en la política española que se venía practicando desde 1978 «que no se ha querido explicar ni consensuar con la oposición» y la prueba es, dice, que mientras otros «gobernábamos», las relaciones con Marruecos, Argelia y el Frente Polisario eran buenas. Y ahora no.

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Jorge Navas

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Tras el cambio de opinión de la dirigente popular María Guardiola en Extremadura, quien formó Gobierno regional con Vox la semana pasada desdiciéndose de sus propias declaraciones, el elefante en la habitación continuaba siendo los polémicos pactos con los de Santiago Abascal. «Todos queremos gobernar y queremos hacerlo en solitario. Ahora, a veces, los números no dan», justificó Rajoy. Ahora bien, el PP tiene »unas líneas rojas muy marcadas»: no pactar con «brazos políticos de una organización terroristas ni con independentistas ni con personas que están radicalmente en contra de la Constitución española». A pesar de que el PP haya tenido acuerdos con Vox, ha recordado, »le hemos dado la alcaldía de Barcelona o el Ayuntamiento de Vitoria al PSOE«. «Queremos gobernar con mayoría y si no es posible, habrá que buscar cuáles son las posibilidades», ha zanjado el asunto.

A colación del secesionismo catalán, ha aseverado que «lo más útil que se ha producido para pararle los pies a esa gente es la aplicación del artículo 155, que sirvió para que todos se enterasen de que la democracia española tiene instrumentos para defenderse y que en caso de ataque, se utilizan«.

El cara a cara entre Sánchez y Feijóo en Atresmedia está a la vuelta de la esquina. También el debate a cuatro organizado por RTVE el próximo día 19 de julio al cual no acudirá el líder de la oposición. Rajoy evita aconsejar al presidente popular -«Con que sea él, ya está»- y carga contra el ente público: «Es un debate que está trucado. No refleja la autentica realidad de la política española, ni de los gobiernos que después de conformen«, ha declarado tajante. Y es que «ir a un debate en el que no están presentes Bildu, PNV y ERC »no tiene sentido».

El expresidente se ha deshecho en halagos con el actual líder popular. Ve a Feijóo como un político «eficaz, prudente, capaz y sobre todo, fiable». Afirma que «genera confianza» porque «es previsible» e incluso se atreve a decir que «lo haría mejor que yo». Las encuestas diarias de GAD3 para ABC corroboran estas palabras y sitúan a los de Feijóo en los 155 escaños, rozando el 37% de los votos. Unos sondeos que, según Rajoy, «han generado una polemica sana que a muchos dirigentes políticos no les divierte. Hoy conocemos la encuesta del CIS, veremos si es como la de las municipales...».

Por último, ha aprovechado para arremeter contra el actual Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos, al que considera «el mayor problema que hemos tenido en los últimos años». Las cosas se han puesto de tal manera, ha señalado Rajoy, que «hay dos alternativas: repetir el frankestein con Sánchez y sus amigos o Núñez Feijóo«. Ha preferido no aclarar si se fía de Sánchez o no, pero sí que se ha pronunciado sobre las contradicciones y mentiras del jefe del Ejecutivo durante la legislatura. «Una cosa es cambiar de opinión obligado por la realidad -y rectificar a la mayor celeridad posible- y otra es que hagas exactamente lo contrario a lo que habías anunciado. Ninguna realidad obligaba a tener un acuerdo con Bildu«, ha puntualizado el expresidente. Por ejemplo, ha dicho, »yo subí los impuestos y nacionalicé bancos. Y tuve que hacer todo eso porque sino España se iba a la quiebra«, pero »lo corregí«.