El propio Gobierno cifra en 17.000 los asistentes a la marcha del 8-M, tres veces menos que el año pasado

El Gobierno de coalición llegaba a este Día Internacional de la Mujer más dividido que nunca sólo 24 horas después de un enfrentamiento muy duro. Ayer, el PSOE se apoyó en el Partido Popular para aprobar en el Congreso la toma en consideración de la proposición para reformar la ley 'del solo sí es sí' impulsada por Igualdad. Una desautorización nunca vista de los socialistas a una ministra que se sienta en su Consejo de Ministros.

La vicesecretaria general del PSOE y titular de Hacienda, María Jesús Montero, ha minimizado el choque con Unidas Podemos y la división del movimiento feminista. «Desde el PSOE, lo que estamos trasladando es que hemos impulsado una buena ley, que va a proteger mucho más a las mujeres, y las cuestiones técnicas que tienen que resolver los efectos no deseados de la ley es en lo que mantenemos discrepancias», ha explicado la ministra socialista. «Pero tenemos una agenda del Gobierno que cumplir y los dos socios de coalición vamos a seguir recorriendo ese camino», ha añadido.

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La marcha de los partidarios del Ministerio de Igualdad y la alternativa han discurrido por separado

Apenas unos minutos después, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha tildado de «mala noticia para las mujeres que el PSOE le haya dado la mano al PP» para «volver al Código Penal de la violencia y la intimidación». Insiste en que el consentimiento debe seguir en el centro. De fondo, los cánticos de los manifestantes reivindicaban las leyes del departamento de Igualdad: «¡Sí hay ley Trans!»; «¡Sí se puede, solo sí es sí!», le jaleaban sus simpatizantes, quienes tampoco paraban de gritar: «¡Irene, valiente, aquí está tu gente!» Sin duda, mucho más movilizados que los del sector socialista. Irene Montero subraya que han intentado el acuerdo con sus socios del PSOE y que no ha sido posible.

Los partidos cogobernantes no han sido capaces de llegar a un acuerdo para modificar la norma que registró el PSOE. Los departamentos de Justicia e Igualdad tuvieron un tira y afloja desde diciembre, pero hace casi un mes que todo se tornó en escenificación y las vías de negociación quedaron muertas. Podemos empezó a utilizar este choque como un elemento más en su guerra cultural contra el PSOE. Ahora, el partido de Ione Belarra acusa a los socialistas de «traición al movimiento feminista» por aceptar los votos del PP.

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Las organizadoras de la manifestación de Comisión 8-M insisten en que su marcha es apolítica. En la cabecera de la misma no han estado los partidos. Pero una de las voceras de la asociación, convocantes de la marcha oficial en la que ha participado el PSOE, señalaba que les «apenó muchísimo» que saliera adelante la toma en consideración de la reforma de la ley. «No vamos a dar ni un paso atrás, el consentimiento debe ser la principal herramienta y el aumento de las penas se ha constatado que no es un elemento disuasorio», ha explicado Sihanm Jessica Korriche. Unas palabras que han sido respaldadas por los abucheos sufridos por las ministras socialistas al comienzo de la marcha 'oficial', apenas empezaban a caminar.

Las embestidas de la portavoz de Unidas Podemos en el debate de ayer en el Congreso, Lucía Muñoz, enfadaron al PSOE hasta niveles nunca vistos. Desde la tribuna, Muñoz les acusó de querer volver a un modelo del Código Penal donde «penetrar a sus novias cuando duermen no está considerado violación». Fuentes del PSOE aseguran que la situación es ya «insoportable» en el gobierno con el socio morado. Pero la falta de alternativa obliga al PSOE a mantener la coalición.

Montero ya dejó claro esta mañana que ni va a dimitir ni se va a romper el Gobierno después de la desautorización le hizo el PSOE a su ley estrella. «Lo que está en riesgo en este momento no es el gobierno de coalición, son los derechos de las mujeres», ha explicado Montero en el Congreso. Dice que lo «más importante» hoy es que el movimiento feminista «inunde las calles del país».

El de ayer en la Cámara Baja fue el primer paso parlamentario de la proposición de ley del PSOE que quiere acabar con la rebaja de las penas a delincuentes sociales después de que entrara en vigor un cambio en la horquilla de penas. Según critica Podemos, se trata «de una salida política por presión de la derecha y la ultraderecha» en un contexto electoral. Quedan tres meses para las elecciones autonómicas y municipales del 28-M.

Un choque que Podemos piensa explotar todo lo que pueda. La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, también líder de Podemos, animó a reivindicar la ley del 'solo sí es sí' después de decir que el PSOE acometió ayer una «involución en derechos de las mujeres» de la mano del PP. «Es incomprensible», insistió Belarra.