Malestar en numerosos cargos públicos arrastrados por la ruptura
Estarían afectados alrededor de 70 miembros de Vox, sin contar asesores y equipos técnicos
Última hora de la ruptura de Vox con los gobiernos del PP por el reparto de menas, en directo
Abascal oficializa la ruptura de los gobiernos regionales de Vox y el PP: pasan a la oposición y retiran el apoyo parlamentario
Patricia Romero , Emilio V. Escudero y Mariano Alonso
Madrid
Santiago Abascal tardó casi un día completo en confirmar lo que era un secreto a voces desde que se consumase anteayer el reparto voluntario de menores inmigrantes no acompañados a las comunidades autónomas: la ruptura en bloque de Vox con el PP en los ... cinco territorios en los que cogobiernan desde hace apenas un año y en el caso de alguna, ni eso. Apenas 24 horas que se le hicieron larguísimas a muchos dirigentes de la formación derechista, que quedaban a la espera de saber cuál sería el rumbo que tomaría su futuro laboral a partir de ahora tras consumarse el divorcio con los populares con el que venía amagando desde hace semanas su líder nacional.
La ruptura con los barones del PP no le saldrá gratis a Abascal ni tampoco al partido que dirige, que ahora corre un riesgo de desestabilización y una posible fuga de talentos que ya no estarían dispuestos a seguir formando parte de un proyecto que les manda a la calle. Pese a que no pocos celebran la decisión, lo cierto es que ha creado fuerte malestar en un importante sector del partido. Algunos por no entender muy bien el movimiento orquestado por la cúpula nacional en apenas unas semanas y otros por estar en la obligación de abandonar sus cargos que, cabe recordar, ostentan desde hace un año en territorios como Extremadura o la Comunidad Valenciana y desde hace tan sólo diez meses en otras administraciones como la Región de Murcia, donde el popular Fernando López Miras consiguió revalidar por tercera vez la presidencia autonómica gracias a Vox, que consiguió dos consejerías: una con rango de vicepresidencia, la de Interior (con José Ángel Antelo a la cabeza) y la de Fomento.
En Castilla y León, Vox tiene también la vicepresidencia, con Juan García-Gallardo al frente, y tres consejerías. Lo mismo ocurre en la Comunidad Valenciana, donde ostentan una vicepresidencia (con Vicente Barrera, que además compagina las carteras de Cultura y Deporte) y otras dos consejerías. En el caso de Aragón, además de la cicepresidencia primera, que dirige Alejandro Nolasco, también titular de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia, los derechistas poseen el departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación. Menos suerte corrieron en Extremadura, donde sólo consiguieron hacerse con una única consejería.
Cuatro vicepresidencias y once consejerías, que unidas al número de directores generales nombrados por Vox en cada uno de los territorios ya mencionados, hacen un total de más de 70 cargos públicos que se van a ver afectados y obligados a abandonar sus puestos como consecuencia de la decisión adoptada por el Comité Ejecutivo Nacional del partido, reunido de urgencia ayer por la tarde, de salirse de todos los Gobiernos autonómicos que comparten con el PP. Una cifra que tampoco incluye a todos los asesores y miembros que componen los equipos técnicos que rodean a consejeros y vicepresidentes, señalan a ABC fuentes internas de la formación.
Se enteraron por los medios
Muchos de ellos se enteraron de la noticia de la ruptura, de hecho, a través de los medios de comunicación. Algo que ha generado una desazón aún mayor dentro de la organización política, tras darse cuenta de que el proyecto político por el que apostaron tras las últimas elecciones locales y autonómicas de mayo del año pasado llega a su fin por las discrepancias con Génova por el reparto de los 400 de menores extranjeros no acompañados hacinados en el archipiélago canario entre comunidades autónomas al que dió luz verde el PP anteayer a pesar de las reiteradas amenazas de ruptura de Santiago Abascal, que ha ido elevando el tono conforme pasaban los días contra la acogida de aquellos que, a su juicio, sólo traen «robos, machetazos y violaciones».
Desde Vox insisten en que el reparto de menores inmigrantes no está incluido en los pactos regionales que firmaron en su día con el PP -ni lo mencionan- y que ahora rompe Feijóo de forma «unilateral». Unos acuerdos que cumplirán hasta el final con todas las consecuencias que ello pueda acarrear, incluida la pérdida de rédito económico o tener que poner en la calle a decenas de personas. De no hacerlo, deslizan voces cercanas a la directiva, Abascal faltaría a su palabra y, en ese caso, no podría continuar en el cargo. «La salida del Gobierno es con todos y con todo lo que eso implica», sentencian.
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