Objetivo sindical: caos en el Metro

Para calibrar los efectos que esta huelga puede tener en el devenir de la ciudad, tan sólo hay que echar mano de los datos correspondientes a esos mismo días del año pasado. Entonces, utilizaron el servicio de Metro de Madrid 2,1 millones de usuarios en cada jornada. El número de viajeros que súmó el suburbano durante 2009 fue de 642.238.240, frente a los 391.914.274 de la EMT y los 2.12.577.489 de Cercanías Renfe.

De cualquier manera, lo peor llegará en hora punta. Los últimos datos que maneja Metro (de 2007) hablan de que, entre las 7.30 y las 9.30 de la mañana, utilizan la red 378.707 personas. Por la tarde, entre las 18.30 y las 21.00, son 278.861. El caos, por lo tanto, está servido.

En cuanto a las estaciones más transitadas, coinciden que son también muy amplias, por lo que tienen una gran capacidad de absorción de viajeros. Son, en este orden, las siguientes: Sol, Moncloa, Nuevos Ministerios, Príncipe Pío y Avenida de América; es decir, los principales intercambiadores, en los que confluyen no sólo varias líneas de Metro, sino también otros transportes públicos, como Cercanías y autobuses.

El conflicto arrancó tras el anuncio de la Comunidad de Madrid de bajar el sueldo una media del 5% a los trabajadores de sus empresas públicas. Los empleados de Metro no se consideran funcionarios y afirman que se está vulnerando los términos de su convenio, firmado hace un año. El Gobierno regional pide a los trabajadores del suburbano un esfuerzo salarial, teniendo en cuenta, a su juicio, que cuentan con un empleo estable. Hoy, precisamente, se debate en la Asamblea el decreto por el que se regula la bajada de estos sueldos.

Vicente Rodríguez, responsable del Sindicato de Conductores de Metro de Madrid, indicó que ayer habían recibido la tabla de servicios mínimos. «Hemos firmado el recibí. Pero no hay nada nuevo. Si de aquí al domingo no hay cambios, seguiremos con la huelga como está previsto», dijo. Además, consideran que «no hay términos para negociar un acuerdo “a cambio de”». «No vamos a negociar nada —añadió—. Los trabajadores exigimos que se cumpla lo firmado el 17 de junio de 2009, nuestro convenio colectivo. Lo que no vamos permitir a la dirección de Metro es que se inhiba. Si esto sale adelante, va a haber muchos problemas, porque quedarían desautorizadas tanto la dirección actual como la que venga después».

Vicente Rodríguez pide a la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, «raciocinio». Apelan a que hoy, cuando a partir de las cuatro de la tarde se concentren ante la Asamblea de Madrid —donde se celebra el pleno—, la jefa del Ejecutivo regional les reciba. Hoy es cuando se debaten las enmiendas presentadas por la oposición, PSOE e IU, contra el decreto de bajada de sueldos.

Para el día 28, hay convocada otra protesta. Será a las siete de la tarde en la Puerta del Sol. Dos horas después, a las nueve de la noche, se celebrará una asamblea general de trabajadores del Metro, en las instalaciones de Plaza de Castilla.

Sobre la posibilidad de que los paros se prolonguen más allá del día 30, el responsable del Sindicato de Conductores del Metro de Madrid aclaró: «Si el 1 de julio no se ha resuelto esta situación, no vamos a desconectar. Si continúa la actitud de la Comunidad, nuestra intención es no para ya. Y continuar con la unidad de todos los compañeros». Asimismo, especificó que estos paros están «solicitados desde el sindicato Solidaridad Obrera» a la Dirección Provincial de Trabajo, aunque aún falta que los aprueben. Y que se aclare de qué manera se llevarían a cabo.

Mientras, en el palacio de la calle de Maudes, sede de la Consejería de Transportes e Infraestructuras, siguen considerando que la huelga planteada es «salvaje». El consejero, José Ignacio Echeverría, se ha manifestado matizando que la Comunidad no se está «negociando nada porque no se ha abierto ninguna negociación». «Ha habido una reunión de representantes sindicalistas que han decidido ir a la huelga de Metro». La compañía del suburbano madrileño cuenta con 7.500 empleados. Todos están llamados a la huelga.

Está claro que se ha abierto una brecha difícil de cerrar. Los sindicatos, además, consideran que el Metro no es el único medio de transporte en Madrid, por lo que, a diferencia de lo que opina el consejero de Presidencia, Francisco Granados, «no se vulnera en ningún caso el derecho a la movilidad».