Isabel Díaz Ayuso: «Sin Sánchez seré feliz, todo funcionará mejor y Madrid crecerá más»
«Plantaré cara al Gobierno en todo aquello que sea adverso para Madrid, no necesito tener un adversario político enfrente», advierte la presidenta de la Comunidad de Madrid
José Luis Martínez-Almeida: «Ocho años es un periodo muy razonable para ser alcalde de Madrid»
Con la mayoría absoluta recién estrenada y su Gobierno totalmente renovado y en marcha, Isabel Díaz Ayuso afronta la campaña del 23 de julio desde una segunda fila, apenas tiene en agenda un par de mítines fuera de Madrid, Burgos y Valencia, con la ... seguridad de que Alberto Núñez Feijóo llegará a La Moncloa y se abrirá una nueva etapa que, explica con auténtica pasión, llevará a esta comunidad a sus mejores años. Ayuso tiene fe ciega en que sin Sánchez y con un triplete del PP –Gobierno, Comunidad de Madrid y ayuntamiento de la capital–, la región crecerá como nunca lo había hecho.
—En 2021 ganó al grito de 'comunismo o libertad'. El pasado 28 de mayo logró la mayoría absoluta al plantear las elecciones como 'Sánchez o España'. ¿Cómo ve ahora el 23J?
—Volvemos al mismo problema. Tenemos la oportunidad de elegir entre un Gobierno populista que ha llevado a España a un retroceso en todos los niveles, o libertad, que junto con la vida es el bien más preciado que tiene el hombre.
—El PSOE confía en la remontada.
—El presidente del Gobierno dimitió el 28 de mayo. La degeneración de este Gobierno es tan inmensa, se le conoce tanto que su futuro está sentenciado, haga lo que haga, aunque vaya llorando a los platós de televisión con la cara dura de alertar sobre poderes ocultos, cuando él es el poder, el poder absoluto y absolutista, y además arremetiendo contra la prensa.
—Sánchez dice que no miente, que sólo cambia de opinión, y que es un político limpio. ¿Está de acuerdo sobre su limpieza?
—Lo que sé es que ha hecho de la mentira su definición más aproximada y su herramienta de trabajo. Ha mentido siempre y por sistema, es un hombre sin palabra, y creo que en política lo más importante es tener palabra.
—¿Es un político limpio al menos?
—No sé qué es limpio o sucio, pero que juega sucio, desde luego. A la hora de utilizar las instituciones, el dinero de los ciudadanos, a la hora de jugar con el poder, de arremeter e imponer, de tergiversar la realidad y de gobernar en contra de una gran mayoría... No me parece que eso sea muy limpio.
Debates electorales
«Yo no habría aceptado más debates, Feijóo está mejor en la calle mientras Sánchez se esconde en los platós del PSOE»
—Este lunes es el único cara a cara de Feijóo y Sánchez. ¿Usted hubiera aceptado más debates electorales?
—No. Creo que hay que tener los justos y necesarios porque a Sánchez ya se le conoce bastante y donde mejor está Feijóo es en la calle mientras Sánchez se esconde en los platós del PSOE.
—¿Qué será de Ayuso cuando ya no tenga enfrente a Sánchez? Le ha consumido mucha energía, ¿a qué va a dedicar ahora toda esa energía?
—A ser una presidenta muy feliz que no va a dejar de canalizar inversiones y prosperidad, que están llamando a la puerta siempre y cuando la abra un Gobierno del PP. En el momento en que este Gobierno caiga Madrid va a florecer como nunca, vienen sus mejores años. Todo va a cambiar por completo.
—¿Y no se va a aburrir sin Sánchez?
—Madrid tiene por delante sus mejores años, vamos a crecer enormemente, somos una región cada vez más internacional, y es tanta la labor que tengo por delante que créame que me ocuparé de hacerlo bien, realmente bien, y estar al servicio de España desde Madrid.
—Pero tendrá que reinventarse como política. Su discurso ha girado en buena parte en torno al antisanchismo.
—Mi discurso ha sido nacional, porque Madrid es España, porque lo que sucede en Madrid resuena en todo el país, porque somos una comunidad al servicio de todos los españoles. Mi discurso va a seguir siendo nacional y cuando me toque ser crítica, incluso con mi partido, lo seré. Y creo que no soy sospechosa de no hacerlo, porque por encima de todo para mí están los españoles, por supuesto los madrileños, y hacer las cosas bien. Pero, sin duda, sin Pedro Sánchez todo funcionará mucho mejor y Madrid va a crecer inmensamente.
—¿Pero qué Ayuso vamos a ver estos próximos años? ¿Una Ayuso tan política, batalladora, que plante cara al Gobierno, o una Ayuso más gestora?
—Yo plantaré cara a todo aquello que sea adverso para Madrid, y problemas surgen cada día. Yo protejo lo que es bueno para Madrid y para España con pasión y corazón, y no necesito tener un adversario político enfrente. Hay que hacer las dos cosas a la vez, gestionar defendiendo los valores.
—¿Y si tiene que enfrentarse a un Gobierno de Feijóo y plantarle cara lo hará?
—Tendré que hacerlo, pero estoy convencida de que no vamos a ver barbaridades como un estado de alarma a la carta contra Madrid ni me imagino a Feijóo imponiendo un impuesto sólo contra la economía madrileña. Ahora, que los gobiernos autonómicos sean sumisos con su propio partido aunque sus dirigentes se equivoquen, eso sí es ser desleal con los ciudadanos. Hemos visto cómo los presidentes autonómicos que, en la última legislatura, han hecho seguidismo absoluto y han puesto la alfombra roja a Pedro Sánchez están ahora todos en su casa.
—¿Qué espera para esta región si tiene el apoyo de La Moncloa?
—Espero unas Cercanías que como mínimo no tengan averías cada mañana… Espero que sin el impuesto de Patrimonio los que ya han tenido que pagar no tengan que irse de Madrid porque están siendo perseguidos por el Gobierno. Tendremos empresas que empiecen desde cero porque no vamos a tener al Gobierno metiendo la mano en los consejos de administración. Viene un tiempo nuevo, de apertura, de políticas liberales, de respeto a la propiedad, de expulsión de la ideología y de la ingeniería social de los colegios. Viene un momento fascinante.
—Usted cerró la campaña del 28M advirtiendo de un pucherazo. ¿Lo haría en estas elecciones también?
—Hombre, si hay dirigentes y afiliados del PSOE que compran votos como en Mojácar y en Melilla, lo diré, claro.
—¿Se fía del sistema o tiene dudas?
—Yo confío en el sistema y mucho más en los funcionarios, de la administración general y de Correos en particular. Pero como va a haber una avalancha de solicitudes y muchos ciudadanos no conocen los plazos, pienso que siempre es bueno ir a votar a la urna porque todo irá más rápido, nada más que por eso.
—¿Es partidaria de buscar un pacto con Vox después de las elecciones si es necesario para gobernar?
—Un pacto en la medida en que los ciudadanos así lo decidan. Pero ahora lo que hace el presidente del PP es reclamar una amplia mayoría para tener un proyecto sólido, como por ejemplo tenemos Juanma Moreno en Andalucía y yo aquí en Madrid.
—Si necesitan sus votos, ¿el Gobierno de coalición es una posibilidad?
—Claro, si no hay escaños suficientes, sí. Pero ahora tenemos que aspirar a ser el mejor Partido Popular que haga defensa de verdad de los valores que siempre han unido a liberales, conservadores, personas inspiradas por el humanismo cristiano, desde el centro izquierda a la derecha, y hay que poner la vista en ese gran triunfo que permita unir todo ese voto en torno al PP, que es como yo lo hice en mayo.
—¿Qué es Vox para usted?
—Estos debates a mí ya se me han pasado. Mi escenario es distinto. Cuando uno recupera las esencias y es el mejor PP no hay que seguir hablando de otros partidos.
—¿Pero cree que es machista y xenófobo? Porque lo han dicho desde su propio partido.
—He visto comportamientos en afiliados y en algunos miembros de Vox que a mí no me representan. No me representa señalar a la inmigración como culpable de todos los males. Hace poco ha habido un asesinato en Tirso de Molina y unos cuantos no dudaban en cuestionar la nacionalidad del agresor. Pues era español. ¿Qué hay detrás? Las drogas, un tema del que se habla poco. Y si hay una mujer asesinada por su compañero o su pareja, por qué no ir a un acto en reconocimiento a esa mujer. Sin embargo, entiendo que no se puede criminalizar a los hombres y que los hombres no son violentos por el hecho de serlo. En fin, estamos politizando todo el día la vida real, y eso a mí no me gusta porque es falsificarla.
—Si Feijóo gana el 23J, ¿debería mirar a un PSOE sin Sánchez para buscar su abstención?
—El Partido Socialista es una maquinaria de poder cuyo enemigo y adversario desde el Pacto del Tinell ha sido el PP. No dudará siempre que pueda, como la fábula del escorpión, en acabar con el PP. En un mundo perfecto, pues claro, cómo no los dos grandes partidos se tienen que entender, pero con el PSOE eso no sucede ni sucederá y siempre que puedan harán cordones y harán pactos contra el PP aunque haya ganado.
—De los pactos de Estado que propone Feijóo entonces ni hablamos.
—A ver, sería fantástico que volviéramos a pactos como el Antiterrorista o el de pensiones. Evidentemente, los dos grandes partidos deberían entenderse en cuestiones fundamentales, pero ya le digo que en todo aquello que el PSOE piense que puede beneficiar al PP nunca contará con él. El PSOE se ha escorado de tal manera desde Zapatero que estamos hablando de un imposible.
—¿Usted confía en un PSOE mejor sin Sánchez, que permita más entendimientos?
—Depende de quién se ponga al frente. Si es un PSOE que reivindica la herencia de Zapatero, que es lo más lesivo que hemos tenido en democracia, pues mal vamos. Creo que que las políticas de Zapatero fueron inmorales y las de Pedro Sánchez, amorales. Si la herencia es no cambiar nada, es complicado.
La 'herencia universal' de Yolanda Díaz
«Es una atrocidad propia de comunistas, que piensan que el dinero nace de los árboles y de los malditos ricos»
—Hay muchos españoles escépticos ante lo que pueda hace Feijóo si llega a La Moncloa, porque recuerdan los incumplimientos de Rajoy en 2011.
—Es posible. Si en ocasiones cuando hemos podido no hemos emprendido las reformas necesarias que busca el electorado claro que ahora se comporta de manera escéptica. Por eso, además de hacer una gran gestión de los servicios públicos, debemos defender unos valores que no van contra nadie, sino a favor del sentido común y de la inmensa mayoría de los españoles. Tenemos que analizar qué va a heredar Feijóo. Va a heredar una deuda billonaria, activistas en todas las instituciones, una erosión institucional sin precedentes, tiene que recomponer esto lo primero, porque si no va a pasarse la legislatura preso de la herencia del PSOE y de Podemos, que es nefasta a todos los niveles. Y todo se tiene que recomponer en poco tiempo.
—¿Qué le parece la propuesta de herencia universal de Yolanda Díaz?
—Una barbaridad y una atrocidad propia de comunistas, que piensan que el dinero nace de los árboles y de los malditos ricos. Me parece una caradura inmensa, una falta de visión absoluta, una tomadura de pelo total. No puedo tener peor opinión y es tan pueril que lo ve cualquiera.
—El alcalde Almeida descartó cualquier salto a un Gobierno de Feijóo. ¿Usted podría ser vicepresidenta?
—No, y no sólo por la inmensa tarea que tengo en Madrid, sino también porque Alberto Núñez Feijóo no es un hombre de provocar crisis. Es un hombre de estabilidad, de consistencia política. Por supuesto voy a estar siempre a su entera disposición, pero Madrid es una pieza fundamental en España, es tan importante conseguir La Moncloa como no perder Madrid. Meternos en una crisis institucional creo que es algo que no vemos ninguno.
—¿Ocho años son suficientes para ser presidenta de la Comunidad?
—Al principio buscaba más autolimitarme, pero varios ciudadanos me regañaron en la calle y me dijeron que son ellos los que deciden estas cosas. Tú mismo te vas a ir dando cuenta cuando tengas que ir abandonando el poder. Mientras tanto, yo he dejado una escuela de políticos, tanto en la Asamblea como en los ayuntamientos y el nuevo Gobierno, para que nadie sea imprescindible y para que en el futuro haya grandes políticos en Madrid. Hay mucha cantera en Madrid, más que nunca.
—¿Tiene ya posibles delfines alrededor?
—No sé si delfines, porque no es algo que yo decidiré. Pero los madrileños pueden estar seguros de que estoy dejando al frente de la Comunidad de Madrid, del Parlamento y de los ayuntamientos gente muy preparada, con mucho compromiso, sin herencias.
—¿Volverán las tensiones a Madrid como en los tiempos de Aguirre y Gallardón?
—Estamos en un tiempo nuevo, donde el ayuntamiento, la comunidad y el PP nacional tenemos una gran relación. Dicen que la historia siempre se repite, pero quizás no tenga que ser en este momento, sino en el futuro. En la actualidad, en los momentos más difíciles ayuntamiento y comunidad nunca hemos dejado de ir de la mano y con lealtad. Hay un vínculo que no puede romperse.
—¿Habrá rodillo de mayoría absoluta en la Asamblea?
—Bueno, habrá que cumplir un programa electoral que me ha traído hasta aquí. No tengo una mayoría absoluta para no hacer nada ni pedir perdón a la izquierda.
—¿Para la ley Trans buscará acuerdos con el PSOE?
—Buscaré el acuerdo con todo el mundo, expondré humildemente lo que hay que hacer, buscaré puntos de encuentro y reformaré puntos que urge cambiar por el bien de todos.
—¿Y en los Presupuestos?
—Si son buenas las propuestas, por supuesto que lo haré. Mientras no implique subir los impuestos ni atacar la colaboración público-privada en las empresas, mientras no vaya contra lo que es necesario para la economía de Madrid, lo aceptaré.
—Vox exige que derogue la ley de Violencia de Género. ¿Es una línea roja?
—Es muy fácil pedir derogar, expulsar, ir a la contra… Hay que reformar lo que es reformable y derogar lo que es derogable y en este caso no es así. Otra cosa es que la ideología ha estado por encima de la ciencia y del rigor jurídico en la inmensa mayoría de las leyes que se han redactado por parte de la izquierda en el Gobierno estos años y todo ese daño se tiene que corregir.
Rodillo en la Asamblea de Madrid
«Hay que cumplir un programa, no tengo una mayoría absoluta para no hacer nada ni para pedir perdón a la izquierda»
—Al reestructurar su Gobierno ha incluido Asuntos Taurinos en Medio Ambiente. ¿Mantiene el firme compromiso de la Comunidad por la Fiesta Nacional?
—Sin ninguna duda. No solo porque la tauromaquia es cultura, también porque cuando uno hereda, cuando uno tiene una herencia de patrimonio natural tiene la obligación de preservarlo para las siguientes generaciones. No tengo derecho a cambiar las tradiciones españolas, la idiosincrasia de las mismas ni tampoco a no ser capaz de valorar lo que supone gobernar la región que alberga la primera plaza de toros del mundo. Mi obligación es preservar el patrimonio cultural y natural para los que están por venir.
—¿Será la legislatura de la reforma del Estatuto para reducir el número de diputados?
—Por nuestra parte sí y volveremos a hablar de esta propuesta en la Cámara. Precisa una reforma del Estatuto, pero me temo que la izquierda va a aprovechar para introducir otras cuestiones.