Feijóo apoya a Ayuso frente a la «falta de respeto institucional» de Bolaños, pero ve «bien» que tuviera asiento reservado

Feijóo, poco amigo de las tiranteces institucionales y de los malos gestos, ha aplaudido, aliviado, que la Comunidad de Madrid haya decidido al final poner una silla a Bolaños en primera fila, junto a Robles. El líder del PP ve al Gobierno de Sánchez «faltón», pero cree que se debe ser «respetuoso» en todo caso. Así que ve «bien» que el ministro de Presidencia tenga su silla propia.

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Mariano Calleja

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El departamento de protocolo ha resuelto el conflicto que se había generado por la autoinvitación de Bolaños con la aceptación de que acudiera como 'acompañante' de la ministra Robles, quien mantiene una relación aceptable con Sol desde los tiempos de la lucha contra la pandemia. Ayuso ha tenido palabras de agradecimiento para Robles por las facilidades para celebrar la parada militar en la Puerta del Sol.

Durante el discurso de Ayuso, Bolaños se ha levantado y ha vuelto poco después. Al parecer, una indisposición le ha obligado a ausentarse durante unos pocos minutos.

El momento más tenso se ha producido cuando, tras la entrega de las medallas de la Comunidad y el discurso de Ayuso, Protocolo de la Comunidad ha impedido a Bolaños subir a la tribuna de autoridades en el exterior de Sol. Sí que ha estado presente Robles, junto a Ayuso, Almeida, la presidenta de la Asamblea y el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Testigos presenciales han asegurado que el ministro ha hecho el intento de subir a la tribuna, pero no se le ha permitido, ya que la representación del Gobierno ya estaba cubierta.

Bolaños, además, ha aprovechado unos minutos antes para hacer unas declaraciones ante los medios de comunicación, donde ha acusado al Gobierno de Ayuso de «crispar» y ha lamentado la «polémica artificial» en torno a su presencia, para no hablar, a su juicio, de los problemas reales de la Comunidad de Madrid, como la sanidad pública.

A su entrada a la Real Casa de Correos por la mañana, el jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, ha saludado de forma afectuosa a los ministros Bolaños y Robles. «Bienvenidos», les ha dicho. «No esperaba menos», le ha contestado el ministro de Presidencia.

El acto se ha desarrollado de forma diplomática, sin ningún tipo de dardo envenenado en el discurso de Ayuso, ni gestos extraños en el interior de la Real Casa de Correos.

Atrás quedaban cuatro días de tensión protocolaria, después de que Sol decidiera no invitar a Pedro Sánchez este año, por el «feo» que hizo a la Comunidad de Madrid en 2022, al no asistir a los actos de la Comunidad. En su lugar, invitó a la ministra de Política Territorial, que rechazó su asistencia y anunció que acudiría como delegado el ministro Bolaños. Desde la Comunidad se aclaró que no podía delegar en otro ministro, y subrayó que Bolaños no estaba invitado. Más aún, el Gobierno de Ayuso expresó su incomodidad porque ve la mano de Bolaños detrás de la manifestación que la Delegación del Gobierno permitió justo al lado de Sol contra el Ejecutivo madrileño en protesta por las obras del Metro.

Hasta el lunes, desde el Gobierno regional se insistió en que Bolaños no estaba invitado y que lo lógico sería que no acudiera. Por la noche, el Gobierno informó de que acudiría la ministra Robles, acompañada de Bolaños. «Viene como acompañante de la ministra de Defensa», señalaron en la Comunidad.

Al final, se ha evitado cualquier tipo de tensión, se ha reservado una silla en primera fila para Bolaños, pero no al lado de Ayuso, que se ha rodeado de niños ucranianos. Desde la Comunidad se ha subrayado, eso sí, que Bolaños no podía presidir los actos en ningún caso.

Fuentes de Génova han aclarado, además, que no se ha producido ninguna injerencia de Feijóo en las decisiones de Ayuso.