Las claves de una vuelta al cole azotada por la inflación: deducciones, bajada de ratios, préstamos de libros y becas

Así, la Comunidad de Madrid ha recuperado la normalidad en cuanto a restricciones por el virus y ratios se refiere y ha impulsado diferentes medidas para paliar el impacto monetario que tiene para las familias el retorno de sus hijos a los centros escolares. En concreto, más de 1,2 millones de alumnos componen el estudiantado madrileño, con un 55 por ciento acudiendo a centros públicos, un 30 por ciento a concertados y un 15 por cierto haciéndolo en privados. Estas son las claves de la vuelta al cole en la región.

Durante los dos años más complicados de la pandemia, existió una necesidad de dividir las clases en diferentes grupos para obtener la mayor distancia posible entre los estudiantes. Fue un quebradero de cabeza para los dirigentes de los colegios, pero un cierto alivio para los docentes que, al tener clases más reducidas, pudieron lograr una atención más personalizada, tanto que los resultados fueron a mejor.

Las autoridades regionales se quedaron con la copla de esa lección pandémica y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, prometió una bajada progresiva de ratios, que comienza a aplicarse este septiembre, pero solo en un curso: el primero de la segunda etapa de Educación Infantil, de 3 a 4 años. El máximo ahí será de 20 niños por aula. Para el resto de cursos, habrá que seguir esperando.

De manera inédita, los niños de entre 0 y 3 años de edad podrán acudir a un colegio, en lugar de a una escuela infantil, que también seguirán haciendo esa función. De este modo, la Consejería de Educación ha habilitado aulas en 46 colegios públicos de la región, con sus sillas, sus lavabos y el resto del material adaptado a los pequeños usuarios que tendrán a partir de la próxima semana. La ratio máxima será de ocho plazas por clase en el caso de los bebés, catorce para los niños de 1 a 2 años, y veinte para los de 2 a 3 años.

Las políticas fiscales del Gobierno regional de Madrid recogen varias medidas que permiten desgravaciones a las familias en atención a los gastos educativos. Es importante conocerlas y, sobre todo, conservar las facturas de los gastos que se realizan ahora para poder deducírselos cuando se realice la declaración del IRPF de este año, que será la próxima primavera.

Por ejemplo, como ya informó ABC, son deducibles los gastos de escolaridad obligatoria, los gastos de adquisición de vestuario de uso exclusivo escolar y los gastos por la enseñanza de idiomas. Concretamente, se pueden deducir el 5 por ciento de los gastos de vestuario de uso escolar –uniforme, chándal, zapatos–; el 10 por ciento de los gastos por enseñanza de idiomas; y el 15 por ciento de los gastos de escolaridad obligatoria. Así, la deducción máxima por hijo es de 400 euros anuales, que puede llegar hasta los 900 si se satisficiesen gastos por escolaridad.

Estas deducciones también son aplicables a los gastos soportados por hijos o descendientes que cursen el primer ciclo de Educación Infantil (0-3 años), con determinadas limitaciones: en este caso, la deducción máxima será de 1.000 euros anuales por cada menor escolarizado en esta etapa formativa. El límite de renta para esta deducción es una base imponible en la unidad familiar que no supere la cantidad en euros correspondientes a multiplicar por 30.000 el número de miembros de la misma.

Hay otra deducción por cuidado de hijos menores de 3 años: del 20 por ciento de las cotizaciones a la Seguridad Social como empleador de una o varias personas bajo el sistema especial de Empleados de Hogar del Régimen General de la Seguridad Social, con un límite de deducción anual de 400 euros. Si se trata de una familia numerosa, la deducción es del 30 por ciento, con un límite de 500 euros anuales. El tope de renta para acogerse a esta desgravación es de no más de 30.000 euros de ingresos por cada miembro de la unidad familiar de base imponible.

El programa de préstamo de libros de texto funciona en la región desde 2017. Más de 400.000 familias se beneficiaron el año pasado de esta fórmula, que permite a los padres hacerse gratis con el paquete de textos para el curso, entregando al final del mismo el lote de libros del curso que acaba de terminar y recogiendo en septiembre los del siguiente, que a su vez han sido utilizados el año anterior por otro alumno.

Es un sistema que requiere el compromiso de las familias de mantener, en el mejor estado posible, los libros: ni romperlos, ni pintarlos. Los colegios renuevan los ejemplares cada cuatro años, de forma escalonada en los distintos cursos. Es decir, el niño que 'estrena' los libros en primero de Primaria, volverá a estrenarlos en quinto.

El Gobierno regional invirtió en este programa de préstamo de libros de texto 32 millones de euros el primer año. Ha tenido que hacerse con un banco de libros que supera los 2 millones de ejemplares. Son los centros educativos los encargados del reparto, almacenaje y recogida de los libros al final y el inicio del curso. Las apreturas económicas en que la crisis y la subida de los precios han sumido a todo el país podrían verse traducidas en un incremento de las demandas de las familias para participar en este programa de préstamo de libros.

Las becas de comedor van a suponer este curso una inversión de 32 millones de euros, y tendrán 100.000 beneficiarios, confirmó el consejero de Educación, Enrique Ossorio. Pero además de estas, habrá por primera vez becas para la FP de grado medio. Y siguen aplicándose los cheques Bachillerato, que llegarán a 1.500 alumnos y les proporcionan hasta 3.000 euros por curso para correr con los gastos de escolarización en centros privados.

Además, los cheques guardería supondrán una ayuda para más de 33.000 familias que eligen centros privados para sus hijos. Los que acudan a centros públicos –en torno a 50.000 plazas– tienen la escolaridad gratuita desde el año 2019.

Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid ha impulsado medidas a nivel local. Así, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha detallado esta mañana diferentes actuaciones para mejorar la seguridad de los escolares. Por ejemplo, habrá una mejora de accesos a centros educativos que supondrá la intervención en 218 entornos escolares de los 21 distritos hasta junio de 2023.

También, se incrementa el trabajo de los agentes tutores de la Policía Municipal de Madrid, que serán potenciados con más de 100 nuevos efectivos a lo largo de este otoño y a lo que se sumará un nuevo aumento previsto para 2023. Además, el Consistorio ha señalizado, a día de hoy, 77 entornos escolares con la nueva señalética que alerta de la proximidad de «calle escolar» y «entorno escolar», donde el límite máximo de velocidad se fija en veinte kilómetros por hora.