Ayuso abre el año con la Fórmula 1, más incentivos fiscales y la oposición a Sánchez desde Madrid

Ayuso ha demostrado que regresa tras la Navidad con las baterías bien cargadas y con el ánimo de que la Comunidad de Madrid siga estando muy presente en el debate político nacional. También es el mejor reflejo de que las relaciones entre Madrid y el Ejecutivo de Sánchez ni son fluidas ni están presididas por una colaboración estrecha.

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Como muestra, este ejemplo. El delegado del Gobierno, Francisco Martín, envió una carta a la presidenta regional el pasado 3 de enero, para emplazarla a una reunión de trabajo y trasladarle «su compromiso por recuperar las relaciones institucionales cordiales y colaborativas para este nuevo ejercicio y legislatura». Fuentes próximas a Ayuso han confirmado que la presidenta madrileña no tiene previsto participar en ninguna reunión con el delegado, con el que mantiene una relación tensa y distante, y que en su lugar irá el consejero de Presidencia, Miguel Ángel García, aunque aún no hay fecha concreta para ese encuentro de trabajo.

La oposición frente al sanchismo forma parte de la agenda política de Ayuso. Ya lo advirtió en la Asamblea durante el primer periodo de sesiones de la legislatura: las decisiones del Gobierno, sus cesiones a los independentistas, afectan de forma directa a los madrileños, y por tanto ni ella ni su equipo dejarán de criticar y denunciar las políticas de Sánchez.

Junto a esa labor, Ayuso afronta este nuevo año con prioridades e hitos que, según prevén en Sol, impulsarán a Madrid como referencia nacional e internacional. La presidenta se reunió con sus consejeros ayer en la Residencia Santillana, en Manzanares el Real, para preparar la actividad de este año. El primer día subrayado con colores es el 23 de enero. Ese martes está previsto que se confirmen de manera definitiva todos los detalles de la llegada del Gran Premio de Fórmula 1 a Madrid en 2026, un evento en el que la Comunidad ha puesto el máximo interés, y que se llevará a cabo «sin un solo euro público», según subrayan.

Una de las primeras leyes que el Gobierno regional tiene en su agenda es la de incentivos fiscales para inversores que lleguen desde fuera de España, una norma que fue bloqueada la pasada legislatura por Vox, y que el PP espera que sea uno de los grandes atractivos para atraer nuevas inversiones en los próximos años. También se dará luz verde a una línea de ayudas a la industria, destinada a que las Pymes de hasta 1.000 empleados mejoren su productividad.

El Gobierno de Ayuso también tiene entre sus tareas pendientes desarrollar la ley Ómnibus, que se aprobó en el último Pleno del año en la Asamblea y que abre la puerta, entre otras cuestiones, a crear un estatuto propio para los expresidentes regionales, a través de un decreto. La medida ha causado polémica antes de ser una realidad y desde Sol se han apresurado a aclarar que no habrá una «paga vitalicia», sino que se pretende constituir un órgano consultivo, en el que los expresidentes cobren por su trabajo.

En este nuevo año, Ayuso quiere poner en marcha por fin el Centro Diurno para la Atención de Pacientes con ELA, y el nuevo Centro de Neurorecuperación Funcional del Hospital Isabel Zendal. Además, entrará en funcionamiento el nuevo 12 de Octubre, «una de las mayores obras civiles que se han hecho en Europea en los últimos años», según destacan en Sol.

La Comunidad también desarrollará el Plan para una Educación Libre, Plural y de Calidad, con especial hincapié en lectura y escritura, exámenes orales y contenidos de calidad alejados de la ideología. Además, el Servicio de Atención en Adicciones Tecnológicas se extenderá a los municipios y se estrenará la teleasistencia avanzada en los domicilios de personas dependientes.