Almeida tapizará los muros de la M-30 de Madrid con jardines verticales

El proyecto denominado 'Calle 30 Natura' supone una inversión de 30 millones de euros, que se va a desarrollar en dos fases. En una primera etapa, que se iniciará en los próximos días, se va a implementar un plan piloto durante seis meses.

El enclave seleccionado es la zona de la avenida de la Ilustración, en el distrito de Fuencarral-El Pardo. La masa verde tapizará los muros de 400 metros de longitud de la M-30 que se sitúan entre la glorieta de Mariano Salvador Maella y la glorieta de Nueva Zelanda.

Según consta en el contrato, al que ha tenido acceso ABC, cuenta con un presupuesto de 3.802.391,54 euros, IVA incluido. El encargo fue adjudicado el pasado 28 de diciembre a las empresas Latania, Azul Construccion Repair y Padecasa Obras y Servicios, que están especializadas en «construcción de estructuras, puentes, túneles y pasos subterráneos», tal y como consta en la documentación.

La segunda fase del plan global, que contempla la transformación de 100.000 metros cuadrados de las tapias de la M-30, llegará en 2024. El reverdecer de Calle 30 no solo servirá para erradicar los antiestéticos grafitis, sino que también permitirá cumplir con un doble objetivo: avanzar en la mejora de la calidad del aire.

De hecho, el sistema contempla la colocación de «sensores de contaminación en la estructura que permitirán conocer cuál es la captación de contaminantes que están haciendo los paneles, especialmente de las personas que viven cerca o utilizan el entorno como peatones».

Para poder acceder a las estructuras para su revisión y mantenimiento, el diseño plantea acomodar el jardín vertical en un entramado de «paneles preplantados y abatibles de fácil acceso». El mecanismo incluirá una «canaleta de recuperación de agua fija en la parte inferior».

Además, «las pantallas vegetales contarán con un sistema de riego automatizado y monitorización para conocer las condiciones de los jardines en tiempo real y mantener la vegetación en estado óptimo», detalla el proyecto.

Para estos jardines verticales se han seleccionado especies de «vegetación funcionales». Es decir, «serán de alta resistencia, bajo consumo de agua y adecuadas para las condiciones del entorno».

En cuando a posibles afecciones al tráfico durante su instalación, desde Movilidad indican que se producirá algún «corte puntual de carriles» en la avenida de la Ilustración, pero, en este primer caso, no afectará a la propia M-30.

«Esta iniciativa pasa por la mejora ambiental de la vía, pero también visual, ya que la mancha verde que ganará terreno en la autovía acabará con las pintadas vandálicas que devalúan la imagen de la capital», recalcan desde la concejalía que dirige el edil popular Borja Carabante.

A pesar de que las multas por realizar pintadas vandálicas se elevaron en 2020, el Ayuntamiento de Madrid aprobó hace apenas 20 días una nueva ordenanza de limpieza, que endurece aún más las sanciones por grafitear cualquier superficie de la capital.

Desde diciembre, las infracciones de este tipo partirán de un importe mínimo de 2.000 euros hasta llegar a los 3.000 euros. Ahora, la sanción leve por realizar pintadas en el mobiliario urbano, muretes, pilares o puertas es de 600 euros.

Además, por primera vez, todo grafiti podrá llevar asociada, al margen de la propia sanción, la exigencia de la reparación de los daños. En caso de reincidencia, la normativa autonómica contempla cuantías de 600 a 6.000 euros para las pintadas vandálicas.

Pero el consistorio quiso poner el primer escalón un paso más allá, por eso ya se castigan estas infracciones repetitivas con sanciones de entre 4.000 y 6.000 euros.

Junto al refuerzo de la acción punitiva, el gobierno municipal apuesta ahora también por tapizar la M-30. Un doble esfuerzo por acabar con la degradación en una autovía por la que se realizan 1.500.000 trayectos diarios y pasan más de 430 millones de vehículos al año.