La nueva Ley de Suelo, en el aire por el enésimo desencuentro PP-Cs

El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Carlos Izquierdo, trataba ayer sin éxito de convencer a sus ex socios de investidura, Ciudadanos, de que les ayudaran a sacar adelante la norma, que sustituirá a la actualmente en vigor, que data de 2001. «Desde entonces, ha habido muchos cambios», defendía Izquierdo, argumentando con ello la necesidad de cambiar ya la norma. «Muchos de los municipios de la región han agotado su capacidad de desarrollo y requieren una regeneración para la que no está adaptada ni la normativa ni los planteamientos actuales», dijo.

«Los municipios lo reclaman, es una ley consensuada con ayuntamientos, cooperativas, con el sector...», dice. Y afirma que a la región le esperan «tres años más de paralización si no sigue adelante esta ley» y los precios subirán. Exige a Ciudadanos que diga «cuál es el escollo» y les emplaza a apoyarles para poder aprobar la ley y no apostar, como cree que hacen, por «el urbanismo ideológico».

Pero desde la formación naranja no están dispuestos a aflojar la presión, menos ahora que negocian con el PP los presupuestos del año que viene y que está tan cerca la nueva cita electoral. A pesar de que ellos son los únicos que han permanecido con el PP en la mesa técnica que ha estado estudiando el texto de la Ley desde diciembre de 2015, y a pesar también de que hayan apoyado con sus votos a los populares cuando tumbaron, en noviembre de 2017, las dos enmiendas a la totalidad a la Ley de Suelo que plantearon PSOE y Podemos.

Ahora, sin embargo, ha habido un cambio de postura, porque como explicaba este jueves el diputado «naranja» César Zafra , el asunto del urbanismo es tan importante, porque «afecta a millones de personas», que no puede aprobarse la ley sobre el asunto sin un consenso más amplio, para el que llama también al PSOE.

Zafra recuerda que el PP ha cambiado en los últimos años la ley del Suelo en vigor «hasta 14 veces». La última de ellas, por cierto, fue para eliminar el tope de tres alturas en los nuevos desarrollos, lo que aprobó con la colaboración, otra vez, de la formación naranja. Pero ahora, el Cs exige un consenso amplio para dar luz verde a su ley, porque no quieren una norma «que beneficie a unos pocos» y no una que se apruebe «con prisas».

El llamamiento al PSOE no llegó muy lejos, como era de imaginar: en coherencia con lo realizado a lo largo de la legislatura, los socialistas dijeron ayer lo que han dicho desde el inicio del mandato: que la ley les parece «injusta, insolidaria, y que no beneficia a la mayoría». El diputado regional del PSOE Rafael Gómez Montoya critica del nuevo texto del PP que reduce la protección a espacios protegidos, y también las cesiones de suelo para vivienda social. Cree además que «no podemos seguir extendiendo la Comunidad de Madrid para construir más y más».

Menos aún le gusta la nueva Ley de Suelo a Podemos: lo explica su diputado Alejandro Sánchez , para quien le parece que la norma «nació sin ningún consenso». En su opinión, «La región ya está muy urbanizada, y hay que proteger el suelo que quede libre, y centrar el debate en la rehabilitación».