Las claves de la candidatura olímpica de Madrid 2020

Dos deportes se estrenan en los Juegos y en el «mapa olímpico» madrileño: rugby a siete y golf. Madrid entrega en 48 horas su primera hoja de ruta

Las claves de la candidatura olímpica de Madrid 2020

SARA MEDIALDEA

En apenas dos días, los máximos responsables de la candidatura olímpica madrileña para 2020 presentarán ante los responsables del Comité Olímpico Internacional (COI), justo antes de la fecha tope prevista, el cuestionario en el que la capital de España explica porqué debe ser elegida sede ... de los Juegos de Verano. Son 148 páginas en la que se responde a 105 preguntas. Sus principales novedades son la incorporación de los dos nuevos deportes olímpicos, el golf —que se jugará en el Club de Campo— y el rugby a siete —cuya competición se realizará en las instalaciones deportivas del Real Madrid—: ambas sedes estarán en la capital de España.

El otro cambio es la conexión, por medio del AVE, de todas las subsedes situadas fuera de Madrid: Valencia, Zaragoza, Barcelona, Córdoba, Málaga y Valladolid.

El resto de las subsedes están dentro de la región madrileña: son Paracuellos —que se encargará del tiro olímpico—, Coslada —que será la sede del voleibol— y Getafe —encargada del remo y el piragüismo. El resto del proyecto prácticamente permanece inalterado con respecto a 2016. De hecho, esa es una de las grandes bazas de la candidatura de Madrid: en plena época de crisis, representa la seguridad, porque la mayor parte de las inversiones ya están hechas.

Apoyo popular. Empezar desde arriba

Y aunque podría parecer que la crisis haya «arrugado» el espíritu olímpico de los madrileños, lo cierto es que la única encuesta realizada hasta el momento fija unos porcentajes de apoyo popular muy altos: del 84 por ciento en el conjunto de la población, y del 85 por ciento en menores de 25 años.

Además, un 52 por ciento de los consultados piensan que organizar los Juegos puede ser el empujón necesario para iniciar la recuperación económica.

La crisis, un enemigo. El hándicap de la situación económica

La situación económica no es buena en el conjunto del mundo occidental y tampoco en España. Es una baza que juega en nuestra contra: la imagen que se tiene fuera es la de un país con problemas similares a los de Grecia o Italia. La candidatura ha prometido no invertir en infraestructuras hasta ser elegidas, en 2013. Hasta entonces, los gastos del proyecto rondarán los 25 millones de euros.

Pero la crisis no sólo afecta a Madrid. Roma también la está sufriendo a fondo: aún no ha conseguido que el Gobierno italiano firme las garantías de apoyo a la candidatura.

De hecho, los principales periódicos italianos han publicado días atrás una página de publicidad en la que decenas de deportistas italianos, como el campeón de motociclismo Valentino Rossi o el portero de la Juventus Buffon, piden al primer ministro Mario Monti que firme las garantías a Roma.

El peligro de Doha. Pendientes del «corte»

Doha es la capital de Qatar, tiene 427.000 habitantes y el PIB per cápita más alto del mundo. Este es su segundo intento por conseguir los Juegos: ya lo intentó en 2016, pero entonces no pasó el primer «corte» porque ofrecía celebrarlos en otoño —dadas las altas temperaturas de la zona en verano—. En este segundo intento, las fechas de celebración son las mismas, pese a lo cual el COI ha permitido que se presente. Expertos en olimpismo aseguraron a ABC que «si Doha pasa el “corte”, será un rival peligrosísimo», por su enorme potencial económico y porque sería la primera vez que un país arábigo organizara unos Juegos Olímpicos. Ese mismo argumento, ser los primeros en Suramérica, le valió a Río de Janeiro ganar su oportunidad de cara al año 2016.

El deporte manda. Candidatura de olímpicos

La candidatura de Madrid para 2020 la preside el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, y en la oficina hay otros seis deportistas olímpicos: Virginia Ramírez —hockey—, Theresa Zabell —vela—, Raúl Chapado —atletismo—, Rafa Pascual —voleibol—, Alfonso Rodríguez de Sadia —gimnasia— y Rodrigo Garza —hockey—. Esta vez, se ha primado el deporte sobre los políticos, porque «es lo que ha funcionado en otras candidatas, como Londres, Río o Pyeong-Chang», señalaron fuentes del COE.

La mejor prueba de que el COI no se rinde ante el encanto de los políticos se dio en Copenhague en 2009: Obama en persona se trasladó hasta la capital danesa para avalar la candidatura de Chicago a los Juegos de 2016. Y esta fue la primera ciudad en ser eliminada.

Atentos a Rogge. Presidente hasta 2013

Jacques Rogge es el presidente del Comité Olímpico Internacional desde 2001. Fue elegido entonces por ocho años, prorrogables por otros cuatro. Y su periodo de mandato acaba justamente en 2013, después de que sea elegida la ciudad organizadora de los Juegos de 2020. «Rogge siempre da la clave», señalan fuentes olímpicas: hay que estar muy atento a lo que diga en torno a los Juegos.

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