Vecinos de Malasaña se rebelan contra los grafitis que «afean las calles del barrio»

«Podría justificarse que es difícil coger con las manos en la masa a los 'artistas'. Pero, ¿qué pasa con la pegada de carteles? Los carteles sobre los muros y el mobiliario urbano afean la ciudad tanto o más que los graffitis. Muchas veces se van acumulando varios, uno encima de otro, formando gruesas costras en las paredes de aspecto antiestético. Y el pegamento rebosa depositándose en muros y suelo. Un asco», denuncian los vecinos.

Un ejemplo de esta práctica son los carteles que cubren el quiosco de prensa de la plaza de Carlos Cambronero, « quiosco que lleva ya unos meses cerrado y que por el grado de suciedad y la inclinación que va adquiriendo día a día, resulta incomprensible que todavía no lo hayan retirado».

La asociación argumenta que la operación de pegada de carteles se hace a plena luz del día , muchas veces en calles comerciales, a la vista de cientos de personas. Además, en numerosas ocasiones detrás de la empresa o el evento que se anuncia hay una razón social, «alguien al que se puede pedir responsabilidades».

«Si el Ayuntamiento no hace gran cosa para impedir esta práctica, que es tan fácil de erradicar, lógico que no pueda hacer nada contra los grafiteros», han señalado desde la Asamblea Ciudadana en su página web.

«Siendo Ana Botella teniente de alcalde, hizo unas cuantas declaraciones que inducían a pensar que el Ayuntamiento se iba a tomar en serio el problema de las pintadas y las firmas en el centro de Madrid. Nada más lejos de la realidad. Ya han transcurrido unos cuantos años y a la vista están los pobres resultados. Hay pintadas que pasan desapercibidas por llevar mucho tiempo sobre los muros, nos hemos acostumbrado a ellas», concluyen.