El Rey venera al Cristo de Medinaceli

Aguardando su llegada y haciendo la larguísima cola para entrar en el santuario estaban cientos de fieles a los que no les ha amedrentado ni el intenso frio, ni la amenaza de nieve que se cernía hoy sobre Madrid.

Es más, muchos llevaban esperando su turno desde hace ya una semana en plena calle , organizadas en grupos en los que se turnan para no perder posiciones y ser los primeros en venerar al Cristo. Para sobrellevar la espera, se acercan hasta los bares más próximos en busca de un poco de comida y bebida caliente, lo suficiente para "entrar en calor los pies". Todos aguantan apoyados en una fe "inmensa que mueve montañas y que hace que el frio casi ni se note", explica Margarita, que lleva desde las dos de la mañana aquí.

Otro ejemplo de esta veneración son María y Juan. Hasta aquí han llegado un año más, "y ya son cuarenta y cinco" . "La primera vez que vine fue el 13 de abril de 1961, cuando nos casamos, y mientras me haga el cuerpo sombra, aquí estaré. A mí sin esto me faltaría el aire que respiro", asegura emocionada esta devota mujer.

Hay muchos madrileños pero también fieles que han venido desde Zaragoza, Extremadura, Murcia... Han cogido los autobuses de madrugada y vienen en grupos organizados de amigos que ayudan a soportar la espera. Aunque otros años, matiza un grupo de madrileñas, "ha hecho mucho más frio que este. O al menos nosotras no lo hemos pasado tan mal".

Con la crisis, señalan otros, se nota que estos últimos años ha acudido más gente a venerar al Cristo. "Y que hay más hombres", resalta Paquita, vecina del municipio de Pozuelo, "será que han venido a pedir trabajo". "Yo voy a pedir salud, porque sin salud para qué quieres el trabajo" , añade.

Respecto a la noticia de que en esta ocasión había gente cobrando por guardar el turno a otros, muchos han oído hablar de ello pero ninguno lo ha visto de cerca. "Lo de guardar la vez será en los primeros puestos, en la cabecera. De todas maneras, esto se oye todos los años", dice Germán, de Alcorcón. "Y te lo digo yo que no solo vengo el primer viernes de marzo, sino todos los viernes de mes", remacha.