«La Complutense es hoy maestra en sectarismo»
Jesús Sánchez Lobato opta, por primera vez, al Rectorado de la Complutense. Catedrático de Lengua Española, cree que en esta Universidad «hay miedo a expresar libremente la opinión»
Es la primera vez que se presenta a rector. Universitario de toda la vida. Catedrático de Lengua Española en la Facultad de Filología.
—¿Qué pasa en la Complutense?
—Desde la perspectiva universitaria, está irreconocible. Hoy, es la maestra en sectarismo ideológico. No existe ... transparencia en la gestión. Se ha perdido la libertad y la dignidad humana. La comunidad universitaria tiene miedo a expresar sus opiniones libremente. El claustro y sus normas no se cumplen. La UCM ha dejado de ser universidad. Debe atender, y no lo hace, a esa magnífica docencia que tiene. Y a los investigadores. Enormes profesionales abandonados. Es más, a muchos no se les da su puesto de trabajo.
—Pues se dice que han salido 94 cátedras en periodo electoral. ¿Huele a clientelismo?
—Sí, claro. Se ha trazado una plantilla pero sin pensar en ella. ¿Clientelismo? Indudablemente.
— ¿Piensa que hay degradación por dentro y por fuera?
—Yo no he conocido un periodo de mayor opacidad, mayor nihilismo, mala gestión, sectaria además, que en estos momentos.
—Su receta para estos males es...
—La única receta es ser universitario. Creer que se ha de potenciar la enseñanza, actualizar la plantilla del profesorado y, lógicamente, dar una salida digna del profesorado cuando va cumpliendo años.
—¿Cómo lo haría?
—En mi programa, a partir de los 60 años, los profesores disminuyen su docencia para dedicarse más a formar a nuevos profesores. También hay que profesionalizar al personal de Administración y Servicios (PAS). Con relación al alumno, hay que crear una agencia de empleo profesionalizada. Las buenas universidades la tienen y, por eso, muchos padres mandan a sus hijos a esas universidades. Hay que atraer a las empresas y que se fijen en nuestros alumnos. Otro punto importante es la investigación. Hay que potenciarla. Hoy, está en caída libre. Hemos perdido muchos proyectos con la Comunidad de Madrid por un enfrentamiento absurdo.
—¿No son muchos seis candidatos al Rectoral en las elecciones del próximo 6 de abril?
—Creo que salvo los que desean mantener el poder ideológico y el «status quo», el resto hemos salido con el intento de cambiar la universidad. No queremos así. Necesita un cambio radical, universitario.
—¿El contrincante a vencer es el actual vicerrector Carlos Andradas?
—No, sólo es la continuidad de Carlos Berzosa. Andradas tiene tanta o más culpa en la mala gestión.
—¿La deuda de la UCM, unos 140 millones, es también mala gestión?
— Es que desconocemos a cuánto asciende. Si se sabe, lo saben ellos. Me refiero al equipo de gobierno con Andradas como candidato. Hay demasiados vicerrectores, muchos cargos, una enormidad de gratificaciones que nadie sabe... Eso no hace eficaz la gestión. Y «figuras» dentro del Rectorado que mandan más que el rector y que ahora va de mano derecha de Andradas.
—¿Son deficitarios los colegios mayores? Y se lo digo porque parecen amenazados de cierre.
—Son, también, fruto de una malísima gestión. Están para tapar bocas amigas y para duplicar puestos.Miré usted, en Madrid, las universidades privadas alquilan o realquilan antiguas residencias de monjas y de sacerdotes para hacer colegios mayores que dan superávit. Nuestros colegios son directos de la Universidad. No están alquilados. ¿Son deficitarios? Lo serán por la mala gestión.
—¿Acabaría con ellos?
—No. Son patrimonio de la Universidad. Si salgo elegido rector, los cuidaré y los potenciaré.
—¿Buscaría más diálogo con las Administraciones madrileñas?
— Por descontado. La Complutense vive a espaldas de la ciudad y de la región. Madrid tiene muchas instituciones a las que el rector debe acudir para multiplicar proyectos sociales, artístico y culturales. Eso solo es cuestión de sentarse a hablar, sin sectarismos y sin pensar en colores políticos. Hay que formar a los mejores y atraer a los mejores.
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