Las chabolas de la capital desaparecerán antes del año 2011
El alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, y la presidenta regional, Esperanza Aguirre, firmaron ayer un convenio para erradicar cuatro núcleos chabolistas de la capital. La idea de ambas Administraciones es que, para antes del año 2011, el chabolismo haya pasado a la historia ... en la capital.
La rúbrica se produjo en la sede municipal y recoge la demolición de los núcleos El Cañaveral (Vicálvaro), Mimbreras II (Latina), Santa Catalina (Puente de Vallecas) y El Ventorro de la Puñalá (Villaverde). Pero la idea es que antes de 2011 también desaparezcan Los Trigales (Puente de Vallecas) y Puerta de Hierro (Moncloa-Aravaca).
En total, en esta primera fase, serán eliminadas un total de 499 chabolas: 121 en Las Mimbreras, 89 en El Ventorro, 171 en Santa Catalina y 118 en El Cañaveral. El alcalde recordó cuando el Rey visito La Celsa y fueron recibidos «por el gran representante de quienes allí habitaban». «Hasta que llegamos a la Comunidad, se practicó una política en la que se sustituyeron las infraviviendas por otras de ladrillo con los servicios mínimos. Pensamos que aquella era la solución y nos equivocamos, creyendo que aquello era suficiente. A partir de 1995, cambiamos el concepto: la integración era la base. No hablábamos del realojo, sino de la integración de estas personas en la ciudad; pasamos de políticas sectoriales a transversales», indicó Ruiz-Gallardón.
Cinco poblados eliminados
El realojo de estas casi quinientas familias supondrá un coste de 109,8 millones de euros, sufragados a partes iguales por Ayuntamiento y Comunidad.
El regidor madrileño recordó que ya se han desmantelado cinco poblados: Plata y Castañar, El Salobral, Pitis, La Quinta y Mimbreras I, lo que ha supuesto la eliminación de 1.166 infraviviendas (un 66% más que las 700 previstas inicialmente) y el realojo de 590 familias.
Esperanza Aguirre recordó que, en la Comunidad de Madrid, existen 1.254 chabolas, de las que 913 están en la capital y 414 figuran en el convenio firmado ayer. «Es una prioridad impulsar iniciativas para erradicar este problema», dijo.
Asimismo, la jefa del Ejecutivo regional remarcó que esta iniciativa no significa regalar pisos a nadie. Los beneficiarios, una vez documentada una serie de requisitos, accederán a una vivienda que es propiedad del Instituto de Realojamiento y Integración Social (IRIS) y pagarán un alquiler por vivir en ella.
En el convenio se especifica que «la orden de realojo empezará por el barrio de tipología especial de El Cañaveral y hasta que no esté totalmente desmantelado no se iniciará el realojo de Las Mimbreras».
Santa Catalina, el primero
En cuanto al «núcleo chabolista de Santa Catalina, será realojado simultáneamente con El Cañaveral, y hasta que no esté totalmente desmantelado no se iniciará el realojamiento del núcleo chabolista de El Ventorro».
El Gobierno regional realizará, a través del IRIS, un seguimiento de las familias realojadas, para garantizar su integración social y vecinal en los barrios donde se les reubique. Así, se les impartirán cursos específicos en el uso de las viviendas en altura, así como en la adquisición de hábitos higiénicos y de convivencia.
Gallardón terminó su alocución añadiendo que estas iniciativas buscan también «avanzar en la transformación urbana de la ciudad». Y citó los siguientes ejemplos: en Plata y Castañar se construirá un barrio sostenible y energéticamente autosuficiente; el suelo de El Salobral y Mimbreras I se destinará a actividad industrial; la eliminación de Trigales supondrá la ampliación de Mercamadrid, y la desaparición de Pitis ha permitido la construcción de infraestructuras de transporte en la zona norte de la ciudad.
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