Carmena endurecerá el protocolo antipolución a principios de 2018 para luchar contra el cambio climático

Para hacer estos cambios, el área de Medio Ambiente evaluará «el comportamiento del Protocolo» y, para ello, pidió datos de la evolución de la contaminación en los momentos en que ha habido que aplicar el Protocolo, con la intención de «introducir mejoras» en el plan. No obstante, Sabanés se mostró convencida de que el verdadero cambio en el medio ambiente de Madrid vendrá como consecuencia de las «medidas estructurales y no de emergencia» . Con ello, se refería a que el punto de inflexión llegará cuando se implanten todas las medidas que contempla el Plan A de Calidad del Aire y no sólo por el Protocolo para Episodios de Alta Contaminación.

Este sería el segundo cambio que el Gobierno de Manuela Carmena realiza sobre el texto aprobado en 2015 por el equipo Ana Botella (PP). Precisamente, ese año se aplicaron por primera vez las restricciones al aparcamiento que contempla el «escenario 2». También por primera vez, y única hasta ahora, el 29 de diciembre del 2016 se impidió el acceso a la almendra central de la ciudad a la mitad de los coches, según si su matrícula era par o impar, tal y como se contempla el «escenario 3».

Esta prohibición fue duramente criticada por la oposición y por muchos conductores madrileños, por lo que el Ayuntamiento modificó el texto inicial para incluir la necesidad de avisar con 24 horas de anticipación de las medidas, una petición que en la práctica ha supuesto que se retrase la entrada en vigor de las restricciones contenidas en el «escenario 3».

Al mismo tiempo, la Comunidad de Madrid, que preside Cristina Cifuentes, acaba de aprobar su propio protocolo anticontaminación, que se aplicará en todos los municipios de más de 75.000 habitantes hasta que estos elaboren el suyo. La principal diferencia entre ambos textos es que, aunque los dos plantean tres niveles y cuatro escenarios, el Consistorio establece restricciones al tráfico en el primer escalón y el Gobierno regional no lo hace hasta el segundo. Así, cuando se superen los 180 microgramos de dióxido de nitrógeno (NO2) en dos estaciones de la misma zona durante dos horas (nivel de Preaviso), la Comunidad se limitará a dar información a los madrileños a través de las redes sociales y los medios de comunicación, mientras que el Ayuntamiento, con los mismos registros, limita la velocidad a 90 kilómetros por hora en la M-30 y los accesos a la capital.

La restricción de velocidad no se da en el caso del protocolo regional hasta que no se rebasen los 200 microgramos (nivel Aviso) de NO2, con reducción a 90 kilómetros por hora en la M-40, la M-45 y las radiales y a 70 en el resto de carreteras. En Madrid, sin embargo, con esos niveles de NO2 también se prohíbe aparcar en toda la almendra central , que suponen nueve distritos de la capital (Arganzuela, Chamartín, Centro, Chamberí, Salamanca, Tetuán, Retiro, Fuencarral-El Pardo y Moncloa-Aravaca).

Respecto al último escenario, el más severo, en el caso del protocolo regional se reduce a circular a 90 kilómetros por hora en la M-50 y la recomendación de teletrabajo y parar la producción en empresas contaminantes. El Ayuntamiento va mucho más allá, de ahí la crítica de Ahora Madrid a Cifuentes. El Consistorio de la capital, en ese caso, prohíbe circular al 50 por ciento del parque móvil en el interior de la M-30 en función de su matrícula, par o impar, y el día en cuestión. Además, reserva un último estadio, con la misma restricción pero aplicable a esta vía de circunvalación.